E-Book, Spanisch, 150 Seiten
Reihe: Horizontes Universidad
Terrón-Caro / Cárdenas-Rodríguez Procesos migratorios femeninos internacionales en Andalucía
1. Auflage 2024
ISBN: 978-84-19900-50-0
Verlag: Ediciones Octaedro
Format: EPUB
Kopierschutz: 6 - ePub Watermark
Desafíos y aportaciones para una gobernanza democrática
E-Book, Spanisch, 150 Seiten
Reihe: Horizontes Universidad
ISBN: 978-84-19900-50-0
Verlag: Ediciones Octaedro
Format: EPUB
Kopierschutz: 6 - ePub Watermark
Teresa Terrón-Caro Profesora titular de Universidad del Departamento de Educación y Psicología Social en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (España). Doctora por el Programa de Doctorado Educación y Sociedad de la Universidad de Sevilla y Premio Extraordinario de Doctorado. Directora del Grupo de Investigación de Acción Socioeducativa. Codirectora del Máster de Género e Igualdad de la Universidad Pablo de Olavide. Secretaria del Centro Interdisciplinar de Estudios Feministas, de las Mujeres y de Género (CINEF) de la Universidad Pablo de Olavide. Actualmente es presidenta de la Sociedad Española de Educación Comparada (SEEC). Ha participado en numerosos proyectos de investigación autonómicos, estatales, europeos e intercontinentales, en su mayoría producto de convocatorias competitivas. Su línea principal de investigación es la diversidad cultural, el género y las migraciones desde una perspectiva socioeducativa y comparada. Rocío Cárdenas-Rodríguez Doctora en Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla y profesora titular del Departamento de Educación y Psicología Social de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (España). Investigadora en los ámbitos de la educación, migraciones, diversidad cultural e igualdad de género, ha participado en numerosos proyectos de investigación a nivel autonómico, estatal, europeo e internacional. Intensa producción científica difundida a través de publicaciones científicas de alto prestigio e impacto. Responsable de Calidad del Máster de Género e Igualdad, y responsable de la Comisión de Proyectos Internacionales del Centro Interdisciplinar de Estudios Feministas, de las Mujeres y de Género (CINEF).
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Migraciones femeninas internacionales en Andalucía. Diseño metodológico y principales propuestas para la inclusión
TERESA TERRÓN-CARO
ROCÍO CÁRDENAS-RODRÍGUEZ
FABIOLA ORTEGA-DE-MORA
Universidad Pablo de Olavide
1. Introducción
En este capítulo presentamos la contextualización y el diseño metodológico del proyecto de investigación Procesos migratorios femeninos internacionales en Andalucía. Desafíos y aportaciones para una gobernanza democrática (UPO-1380907), que ha derivado, entre otras acciones, en la publicación de este libro; y concluimos el capítulo con propuestas de acciones de mejora para la inclusión de mujeres migrantes en Andalucía, considerándolas protagonistas de su propio proyecto migratorio.
En el mundo globalizado imperante en nuestros días, se ha producido un incremento y una diversificación de los flujos migratorios en Europa, generando una nueva dinámica de migración y movilidad (Bayona-i-Carrasco, Pujadas y Ávila, 2018). Si bien son diversas las rutas migratorias existentes, en el Mediterráneo se pueden distinguir tres, principalmente: Mediterráneo Oriental; Mediterráneo Central y Mediterráneo Occidental. En este contexto, existe una gran afluencia de movimientos poblacionales y un elevado número de muertes y desapariciones. Según el Estudio Global sobre el Tráfico Ilícito de Migrantes de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Global Study on Smuggling of Migrants) (UNODC, 2018), el Mediterráneo es la ruta marítima con mayor número de muertes alcanzando «más de 10.000 muertes desde 2014» (UNODC, 2018, p. 39) y el Proyecto Migrantes Desaparecidos, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ha registrado desde 2014 hasta la actualidad la muerte y desaparición de más de 27.000 personas en el mar Mediterráneo (OIM, 2023). Todo ello refleja un problema de fondo que se traduce en la crisis migratoria existente, lo cual ha incrementado la inquietud y el rechazo en parte de la ciudadanía (Domenech, 2018), en determinados discursos políticos (locales, nacionales e internacionales) y medios de comunicación. La realidad migratoria está llegando a ser un aspecto tan alarmante en las sociedades actuales que requiere no solo promover el desarrollo de discursos que inciten a la calma y comprensión de la realidad migratoria, sino también que se lleven a cabo acciones que favorezcan la inclusión de las personas migrantes.
Por otro lado, el desarrollo de la política migratoria europea tiene un eje clave en el Acuerdo Schengen y la libre circulación de personas y bienes dentro del espacio europeo, eliminando las fronteras interiores y reforzando las fronteras exteriores, y delegando parte de las responsabilidades en el ámbito migratorio a los llamados países de tránsito, los cuales se encuentran con la tarea de reprimir a las personas migrantes que desean llegar a Europa (Marconi y Ostanel, 2016; Soriano, 2017). Esta política de externalización de fronteras sitúa a Marruecos como un país de entrada a la Unión Europea y muchos de los y las migrantes con destino a Europa consideran el Magreb como su puerta de acceso. Las personas migrantes llegan a Marruecos por la frontera marroquí-argelina de Oujda después de haber transitado por vía terrestre por el Sahara, el Níger y Argelia. Por lo tanto, Marruecos se ha convertido en país de emigrantes y de tránsito de migrantes hacia la Unión Europea, lo cual lo sitúa dentro de la política migratoria de externalización de las fronteras europeas.
Como puede comprobarse, Marruecos tiene un papel importante en la configuración de los movimientos migratorios hacia la Unión Europea por diferentes aspectos: la proximidad geográfica, los acuerdos laborales, el desempleo en gran parte de África del Norte, la diferencia de ingresos entre países de origen y destino, la violencia y conflictos, entre otros factores. Todo ello explica que, en 2019, unos 6 millones, aproximadamente, de personas nativas de África del Norte vivieran fuera de su lugar de origen (OIM, Informe sobre las Migraciones en el Mundo, 2020). No solo constituye este país una víctima de la política migratoria europea, sino que se ha convertido en un aliado estratégico de la Unión Europea en la lucha contra la migración irregular. Según los análisis de la Asociación Marroquí de Estudios y de Investigación sobre las Migraciones, en Marruecos hay contabilizadas alrededor de 10.000 personas de origen subsahariano en situación de tránsito hacia Europa (Freedman, 2012). Alrededor de un 30 % de estas personas son mujeres, muchas veces acompañadas por sus hijas e hijos, encontrándose en situación de riesgo (Saceda, 2016; Torrado Martín-Palomino, 2017), por lo que se requiere una mirada de género al análisis de esta realidad migratoria.
A principios de los años noventa, las mujeres marroquíes comienzan a participar en el proceso migratorio al extranjero, esta vez como trabajadoras, modificando el modelo migratorio marroquí. Esto coincide con la apertura de una nueva región migratoria, la de Europa del sur, que ofrece un mercado laboral destinado a personas migrantes diferente al que había existido hasta entonces, con una gran importancia de los empleos asociados a la esfera reproductiva, los llamados servicios de proximidad (servicio doméstico, cuidados de personas, etc.). A todo esto se le suma que numerosas mujeres que proceden del norte de Marruecos y que se encuentran asentadas en Andalucía iniciaron su proyecto migratorio con la finalidad de superar la pobreza existente en su país de origen. Por otro lado, según Médicos Sin Fronteras (2010), también llegan por la frontera de Marruecos cientos de mujeres de la República Democrática del Congo, Nigeria, Camerún y Costa de Marfil, quienes en su mayoría se ven obligadas a huir de sus países a causa de conflictos bélicos, persecuciones políticas y el padecimiento de violencia y abusos domésticos. Desde ese enfoque de género, es importante señalar que los procesos migratorios de estas mujeres tienen un fuerte impacto tanto en el contexto de origen como de destino, afectando a varias dimensiones como la transformación de los roles de género, la creación de estructuras de redes sociales o de apoyo, suponiendo modificaciones personales y familiares. Con todo, estos costes van a ser diferentes dependiendo del entorno macro y micro en los que se desarrollen (Zentgraf y Chinchilla, citados por Sorensen y Vammen, 2016).
Analizar los nexos multidimensionales del proceso migratorio, de las fuerzas sociales que subyacen esas relaciones, dejan ver que a pesar de existir varios factores comunes que motivan la decisión individual de migrar, las relaciones y expectativas de género entrelazadas diferencian quién migra y por qué migran (Kanaiaupun, 2000). Tal como el autor lo refiere, la literatura coincide en varios factores clave que motivan las decisiones individuales para migrar: inversiones de capital humano, nivel socioeconómico, consideraciones familiares, redes sociales y oportunidades locales en lugares de origen en relación con las oportunidades en el extranjero. Aun así, se necesita un análisis más sistemático de los determinantes de la migración femenina, que son diferentes en muchos aspectos de los de la migración masculina. No obstante, tal y como hemos argumentado en el primer capítulo, no se debe caer en el error al considerar el colectivo de mujeres migrantes como un grupo homogéneo, ya que debe tenerse en cuenta la gran diversidad existente entre ellas.
Según el Padrón Municipal de Habitantes que residen en la comunidad autónoma de Andalucía, 71.009 mujeres proceden de Marruecos (Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, 2022). Sin embargo, y pese a las expectativas y motivaciones de estas mujeres, la inclusión social se ve condicionada por los prejuicios que, en ocasiones, este colectivo tiene entre la población autóctona, pudiéndose generar un rechazo hacia ellas. En el informe de Opiniones y actitudes sobre la inmigración en Andalucía, de 2021 (Gualda et al., 2023), se pone de manifiesto cómo uno de los grupos menos citado cuando se pregunta por aquellos que inspiran más confianza es el de los marroquíes, siendo el otro el de los rumanos, a nivel general (p. 70).
Por todo ello, consideramos oportuno recuperar el concepto de cultura de paz para poder analizar adecuadamente la inclusión social de las mujeres migrantes y, por consiguiente, el planteamiento de propuestas atendiendo a dicho concepto. El carácter múltiple del contexto migratorio actual se encuentra íntimamente relacionados con dinámicas de conflicto, paz y violencia que se dan en los procesos migratorios al estar relacionadas con «desplazamiento forzado, refugio, asilo político, exilio, empleo y falta de oportunidades que afectan directamente al sujeto» (Sandoval Forero, 2018, p. 169). En estas dinámicas no solo están involucradas las personas migrantes, sino también las entidades sociopolíticas de tránsito y llegada, a veces de forma positiva, pero otras en forma de xenofobia, racismo, discriminación, sexismo, etc. (Sandoval, 2018).
A través del concepto de cultura de paz se pretende promover la valorización y asimilación positiva de la diversidad mediante el aprendizaje de la resolución de conflictos donde se rechace la violencia, la exclusión, la injusticia y la opresión, en un...