E-Book, Spanisch, 576 Seiten
Reihe: Estudios Bíblicos
Pikaza Ibarrondo La familia en la Biblia
1. Auflage 2014
ISBN: 978-84-9073-052-2
Verlag: Editorial Verbo Divino
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
Una enseñanza, un manifiesto cristiano
E-Book, Spanisch, 576 Seiten
Reihe: Estudios Bíblicos
ISBN: 978-84-9073-052-2
Verlag: Editorial Verbo Divino
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
Este es un libro de historia y compromiso creyente sobre un tema clave de la Biblia y del mismo Magisterio de la Iglesia. Es un libro de historia que expone de un modo ordenado el despliegue y mensaje de la familia a lo largo de la Biblia, en el Antiguo y el Nuevo Testamento. No hay quizá un tema de más importancia: solo conociendo lo que fuimos, podremos proponer y buscar lo que seremos. Es un libro de compromiso creyente, y así quiere ofrecer e impulsar un modelo fecundo de familia, en intimidad y opción social, en libertad y comunión, sabiendo que solo si 'hacemos' familia podremos ser humanos y recrear nuestra historia. En definitiva, esta ofrece una visión de conjunto de la familia en la Biblia, para responder a la tarea más urgente del momento actual: ser familia en comunión y esperanza de futuro. Esa es la respuesta que la Biblia ofrece no solo a los cristianos, sino a todos los hombres y mujeres que quieran optar por el futuro de la Vida.
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Introducción
La Biblia, manual de cabecera de judíos y cristianos, interpreta de forma religiosa el despliegue de la historia. Ciertamente, ella supone que hay Dios, pero no empieza explicando su esencia, sino describiendo su acción creadora en la historia de la familia humana, a partir de Adán y Eva, con sus hijos y herederos (Gn 1-4), a quienes sitúa ante una opción dramática, como ella misma indica en un pasaje clave del Deuteronomio: «Hoy pongo ante vosotros la vida y el bien, la muerte y el mal» (cf. Dt 30,15).
Ese pasaje (y la Biblia en su conjunto) supone que Dios ha hecho a los hombres creadores de sí mismos, capaces de asumir y de expandir la vida, pero también de rechazarla, negando de esa forma su proyecto. Dios ha confiado por tanto en nosotros y ha querido que existamos por su gracia, fundando de esa forma su familia, que es la nuestra («pues somos familia de Dios»; cf. Hch 29), pero corriendo el riesgo de que rechacemos su propuesta, eligiendo la muerte. Esa gracia y ese riesgo son la música de base de este libro, que trata del Dios de la Biblia, que nos ha dado su espíritu (cf. Gn 2,7), a fin de que seamos compañeros suyos y no esclavos de la vida.
Desde este punto de vista quiero estudiar las diversas formas y el despliegue unitario de la familia en la Biblia, poniendo de relieve la variedad y riqueza de sus perspectivas, que culminan y se abren de forma sorprendente en el mensaje y en la vida de Jesús, según el Nuevo Testamento. En esa línea me atrevo a destacar con el subtítulo que nos encontramos ante una historia pendiente. El conjunto de los cristianos no hemos comprendido y asumido todavía el mensaje y el proyecto de familia de la Biblia.
Quizá por vez primera, tras épocas de olvido (al menos aparente), estamos descubriendo la verdad de aquella alternativa que los levitas judíos atribuyeron a Dios en el centro de su libro: «¡Pongo ante vosotros la vida y la muerte…!». Dios nos ha dado la tarea de ser y hacernos familia, como han puesto de relieve las respuestas y propuestas enviadas al Sínodo de Obispos del año 2014. Muchos riesgos tenemos, pero este es el mayor. Podemos ser familia de Dios, pero también destruirnos, si nos empeñamos, fabricando un mundo de robots, no de personas, una humanidad sin alma, matándonos todos, a no ser que acojamos su vida con pasión gozosa y con esperanza inmensa. Así lo mostraré, contando la historia de la Biblia, desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
El riesgo no viene de fuera, de monstruos guerreros o demonios violadores, sino de nosotros mismos, pues el demonio antifamilia lo llevamos dentro (cf. Tob 7), y así podemos destruirnos, si queremos, pues «el día en que comáis del fruto de ese árbol del conocimiento del bien y del mal moriréis…» (cf. Gn 2,17). Parece que hasta ahora, a principios del siglo xxi, las cosas habían funcionado bastante bien, pues actuaba en nosotros un impulso de vida. Pero ahora ese impulso no basta. O redescubrimos y creamos un tipo de familia superior o podemos destruirnos, fabricando así un infierno.
En esa situación, sabiendo que existen también otros valores, y que hay millones de hombres y mujeres de toda condición y raza que mantienen e impulsan la vida, he querido mostrar que nosotros, herederos de una tradición judeocristiana y humanista, podemos y debemos volver a la raíz de nuestra identidad como familia, en la línea de la Biblia, no para repetir un modelo antiguo dominante y actual, sino para retomar y recrear los impulsos creadores de la misma Biblia, tal como culminan en los evangelios. Varias revoluciones y cambios se han dado en los últimos decenios, grandes cataclismos y guerras, pero estoy convencido de que aún queda pendiente la gran revolución, la única que puede darnos un futuro: la revolución de la familia que Jesús propone, superando una condición de esclavitud de la mujer, cuando habla de un «Dios de vivos, no de muertos» (cf. Mc 12,26-27; Ex 3,6.15-16).
Manual de estudio, un recorrido bíblico
Animado por ese convencimiento, y con el deseo de ayudar a quienes quieran conocer mejor el tema y la tarea de la familia, he querido componer este libro, que quiere ser leído de manera dialogal y compartida, para recrear un tipo de familia que responda al proyecto de Jesús y garantice un futuro de justicia, de gozo y vida humana. La empresa capitalista, impulsada por un tipo de ciencia, puede fabricar millones de bienes de consumo, pero no personas, pues las personas se engendran y crean en familia, no en laboratorios, fábricas o bancos.
Si queremos que exista futuro, debemos aprender a querernos y crear (crearnos) de un modo personal, de manera que los niños nazcan y maduren en humanidad, de forma que ellos y nosotros podamos ser al fin lo que somos, simplemente humanos (es decir, divinos), seres libres, en comunión con el universo. Por eso he querido escribir este trabajo, como manual de estudio y recorrido de familia por la Biblia.
Este es un manual de estudio, cuidadosamente organizado, para trabajar y caminar paso a paso, tema a tema, recorriendo el argumento de la Biblia, a lo largo de catorce capítulos que dicen, a mi juicio, lo esencial sobre el despliegue y sentido de la familia, desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Lógicamente, utiliza los principios de la ciencia exegética, pero destacando especialmente los contenidos históricos y sociales, jurídicos y religiosos de la Palabra de Dios, entendida como mensaje esencial de humanidad.
Este es también un manual de familia, para tiempos de fuerte pasión e incertidumbre, y a través de sus temas he querido ofrecer a mis lectores una especie de «guía» que los capacite para entrar y orientarse a través de los parajes más hermosos de la Biblia, con historias fascinantes, personajes variados y diversas leyes e ideales de comunicación humana, que expresan lo que ha sido (y es) nuestro pasado y nos ayudan a buscar y descubrir nuestro futuro, como personas que reciben, regalan y comparten la existencia.
En el principio de la Biblia (y de este libro) emergen las figuras de Adán y Eva, y luego, avanzando en la lectura, nos vamos encontrando con Abrahán y los patriarcas y, de un modo especial, con las mujeres creadoras de familia (las matriarcas), con Moisés, los jueces y los reyes (David y Salomón) y, en especial, con los profetas. En esa línea, cuando entramos en el gran laberinto sagrado del Pentateuco, estudiaremos las leyes y normas de familia, que alumbraron el pasado de Israel, a fin de que podamos descubrir los fundamentos de nuestra identidad futura, fijada en una «ley de Dios», que aparece de varias maneras, y está llena de excepciones, que llevan con frecuencia el nombre de mujeres creadoras: Agar y Sara, Rut y Susana, Myriam y María, y tantas otras.
En la encrucijada del camino encontraremos a Jesús, creador de nueva familia, con su impulso y su reto de Reino, mostrándonos de nuevo el riesgo que supone un tipo de familia impositiva, al servicio del poder, no de la vida de los hombres y mujeres. En contra de ese riesgo, como profeta y mesías de Dios, él ha trazado con su mensaje, su vida y su muerte, la nueva guía o ruta de familia de los hombres.
Apoyados en Jesús, y ya más cerca de la meta, al ocuparnos de los textos del Nuevo Testamento (cartas de Pablo, evangelios, etc.), podremos descubrir con nitidez los grandes desafíos y aportaciones de la Biblia a la familia humana, como son la encarnación y la palabra, y el deseo mutuo del hombre y la mujer, con el amor fecundo, al servicio de los hijos, siempre en línea de justicia, al servicio de los expulsados de las otras familias de la tierra. De esa forma alcanzaremos el cumplimiento de la promesa, es decir, la meta de vida que es el Apocalipsis, como canto de bodas finales de la humanidad (en forma de mujer) que se reconcilia con la Vida (el Cordero de Dios).
Entendida así y leída en clave de familia, la Biblia aparece ante nosotros como un gran camino y proyecto (promesa) de humanidad, que deleita y aprovecha, haciendo que podamos avanzar con personajes sorprendentes, hombres y mujeres que nos enriquecen e impulsan a vivir de formas nuevas y más hondas, superando el riesgo de muerte que evocaban los dos textos citados (Dt 30,15-20 y Gn 2,17). No todos los paisajes del camino que recorreremos serán de igual manera evocadores, no todos los temas contienen la misma riqueza de enseñanza, pero unidos, en conjunto, desde Adán y Eva hasta el Apocalipsis, los 14 capítulos del libro recogen la lección (y promesa) más significativa de familia que existe sobre el mundo.
Tema importante, magisterio de la Iglesia
Este libro escoge y desarrolla un tema central de la Biblia: la familia entendida como espacio de revelación de Dios y de despliegue de la vida humana. Es un libro mío, y recoge así mis propias reflexiones. Pero, al mismo tiempo, he querido presentarlo en sintonía con el Magisterio de la Iglesia, que ahora (comienzos del siglo xxi) se ha empeñado en impulsar un nuevo camino de evangelización (humanización) en clave de familia, iniciando así una fuerte «revolución» cristiana, de tipo social y personal, con la que me siento vinculado.
Esta es pues mi apuesta: ofrecer e impulsar un modelo fecundo de familia, en intimidad y comunión, en amor agradecido, abierto al más hondo cambio social, con Jesús de Nazaret...




