Martín Escribà / Canal i Artigas | A quemarropa | E-Book | sack.de
E-Book

E-Book, Spanisch, 268 Seiten

Martín Escribà / Canal i Artigas A quemarropa

La época clásica de la novela negra y policíaca
1. Auflage 2019
ISBN: 978-84-17847-07-4
Verlag: Editorial Alrevés
Format: EPUB
Kopierschutz: 6 - ePub Watermark

La época clásica de la novela negra y policíaca

E-Book, Spanisch, 268 Seiten

ISBN: 978-84-17847-07-4
Verlag: Editorial Alrevés
Format: EPUB
Kopierschutz: 6 - ePub Watermark



La literatura de crímenes, unas historias que han seguido diversos caminos a lo largo de los años, ha configurado un macrogénero que incluye todo tipo de subgéneros y corrientes. En este primer volumen, dedicado a la época clásica de la novela negra y policíaca -concretamente desde los orígenes hasta la década de los setenta del siglo pasado-, pasamos revista a diferentes etiquetas: desde la novela de enigma, los detectives de sillón, la policíaca metafísica, el caso de la habitación cerrada, el ladrón de guante blanco y los genios del mal, la novela problema; pero también la policíaca psicológica, el detective hard-boiled, la novela de delincuentes, la carcelaria, la psicología criminal y el noir, la procedimental, la novela de espionaje, la novela crónica y el suspense y el thriller, entre algunas de las más destacadas. En sus manos tiene un libro que pretende aclarar la evolución terminológica tan debatida entre los aficionados del género.

Martín Escribà / Canal i Artigas A quemarropa jetzt bestellen!

Weitere Infos & Material


Un problema terminológico


On pourrait peut-être définir, ou du moins déterminer, le roman policier comme une branche de la littérature consacrée au Mal —je ne veux pas dire une branche consacrée au Mal, je veux dire une branche de ce qui, dans la littérature, est consacrée au Mal.

JEAN-PATRICK MANCHETTE

Este libro va de literatura de crímenes, unas historias que han seguido distintos itinerarios a lo largo de los años, configurando un macrogénero de lo que en Francia denominan «»,1 palabra procedente del argot y que es la abreviación popular de () (),2 aunque también se ha utilizado «» y últimamente cada vez más «»3 para mostrar su heterogeneidad; en Italia la llaman «»;4 en Alemania y en los países nórdicos, «»;5 en los países latinoamericanos, «novela policial»; en el mundo anglosajón, «», y aquí, a falta de algo mejor, la llamamos «novela negra y policíaca», término que recoge las dos principales ramas que ha seguido esta narrativa y engloba por un lado, lo que se podría denominar «literatura de la seguridad», donde ley y justicia van juntas, el crimen es una alteración del orden establecido y la investigación llevada a cabo por el detective o por el policía restablecerá el orden al identificar y neutralizar al criminal o, como afirma Marco Amici,6 «nel poliziesco il crimine iniziale avvia una narrazione il cui motore è l’investigazione e la cui conclusione, con la scoperta dei colpevoli, immancabilmente rassicura il lettore; il crimine non paga, viviamo nel migliore dei mondi possibili». Por otro lado, también incluye la «literatura de la inseguridad», donde ley y justicia no quieren decir lo mismo, y el orden social se encuentra tan perturbado al inicio como al final de la novela, que se parece mucho más al mundo que nos ha tocado vivir.

Entendemos, pues, el género negro y policíaco como un macrogénero que reúne todo tipo de corrientes y etiquetas: la novela enigma, los detectives de sillón, el caso de la habitación cerrada, el ladrón de guante blanco y los genios del mal, la novela problema; pero también la policíaca psicológica, la del detective , la novela de delincuentes, la carcelaria, la psicología criminal y el , la procedimental, la de espionaje, el suspense y el thriller, la novela crónica y, a partir de los años setenta, los diferentes subgéneros aparecidos y las diferentes hibridaciones.

Los ingleses, que han sido los maestros del género aunque no sus estrictos iniciadores, emplean muy diversas y variables expresiones para cada una de las especialidades que podemos englobar en lo que se entiende por novela policíaca. Durante el siglo XIX fueron estas denominaciones «crime-story» —narración de crímenes—, «mystery story» —narración de delincuentes—, «tales of terror» —cuentos de terror— y «police story» —narración simplemente policíaca—. Todos ellos fueron géneros populares bien determinados. Luego, ya en el siglo XX, la «police story», la historia policíaca se ha subdividido en otros subgéneros: la «detective story» o «detection», que es el misterio policial resuelto por un procedimiento racional basado en la observación, el «thriller» o «shoker story» —narración de escalofrío y suspense—, la «mystery adventure story» y, finalmente, la «hard boiled novel», de inspiración realista y acción violenta.7

En Francia, algunos críticos buscan otras formas para denominar el «», como Paul Morand con «»8 o Viktor Shklovski con «»;9 Stefano Benvenuti, Gianni Rizzoni y Michel Lebrun dan un paso más y proponen «»10 como denominación genérica. En el caso de España, hasta los años setenta, se denomina «novela policíaca»11 tanto la propiamente dicha como el conjunto de ésta y la novela negra, de la que se considera una evolución y a menudo se le llama «dura». En castellano, el término «negra»12 referido a la novela es introducido pronto en nombres de colecciones: en 1952 con «La novela negra» de la editorial Mépora, en 1959 con «Literatura negra policiaca» y en 1962 con «Serie negra» de la editorial Mateu y «Novela negra» de editorial Tesoro, que incluyen tanto títulos de novela negra como policíaca, pero será en los años setenta y ochenta que se populariza el término, y también se empieza a utilizar en catalán la terminología «» o «» para referirse a la estrictamente estadounidense. Varios críticos distinguen las grandes diferencias entre estas dos narrativas —la policíaca y la negra— y la necesidad de buscar una denominación más amplia que pueda acomodarlas, así como los diferentes géneros, subgéneros, corrientes y etiquetas que giran en torno al crimen literario. En catalán, por ejemplo, se denomina popularmente de «»13 tanto la novela como el cine policíacos, expresión proveniente del juego infantil que consiste en perseguirse, que ya se utilizaba en la primera década del siglo XX referida a la ficción policíaca.14 A lo largo del siglo, sin embargo, ha sido empleada en ocasiones con cierto tono despectivo, como remarcaba Rafael Tasis:

Aquest voraç consum d’allò que entre nosaltres algú anomenava, despectivament, literatura de «lladres i serenos», podia ésser un simple desig d’evasió, de distracció dels maldecaps quotidians —cosa, tanmateix, ben respectable—, i que no implicaria pas cap descrèdit per als autors de tal mena de llibres, si l’efecte curatiu era aconseguit.15

Con la llegada de la democracia y el editorial de los años ochenta, autores como Maria Aurèlia Capmany16 o Jaume Fuster17 proponen recuperar la forma tradicional de «», que será seguida hasta los años noventa por especialistas, profesores y periodistas18 y, esporádicamente, hasta hoy, pero que no arraiga como terminología dominante.

També pretenia [Jaume Fuster] fer popular l’expressió per lligar el futur del gènere amb la tradició. Fins que els serenos no només es van acabar, sinó que el jovent ja no va saber qui eren. De vegades encara feia servir aquesta expressió i la defensava amb nostàlgia fins i tot després d’adonar-se que no tenia futur, perquè trobava que era una manera molt nostra d’anomenar el gènere i perquè deia que podia ser una aportació singular al món. Va haver de plegar veles amb els lladres i els serenos, sobretot amb els serenos. La modernitat els va engolir.19

Mientras tanto, en castellano, varios críticos y especialistas como Román Gubern, Salvador Vázquez de Parga o José R. Valles Calatrava proponen «»: «Sería más adecuado y científico hablar de “novela criminal”, como una marca que englobara todas “las sensibilidades” del género, todos sus matices que conviven dentro de sus dos grandes tendencias: la “novela-enigma” y la “novela negra”».20 También Andreu Martín, en los años ochenta, opta por una etiqueta más genérica que defina su obra, ya que «prefiere un término más descriptivo que el genérico de novela policiaca o novela negra para referirse al conjunto de su producción, que él denomina “de terror urbano”».21

A pesar de ello, ninguna de estas denominaciones se impone y, con la llegada del nuevo siglo, Paco Camarasa, el librero de Negra y Criminal,22 realiza la propuesta teórico-comercial de «negrocriminal», muy afortunada respecto al nombre de una librería pero confusa como término para designar al macrogénero, a pesar del uso y abuso que ha hecho de él la prensa durante algunos años: «De ahí nuestra propuesta de llamar al género “negrocriminal”. Es más amplio que “negro y policial” y más concreto que “thriller”, que se está generalizando para hacer creer que es otra cosa diferente a la novela negra, que no está muy prestigiada []».23 La escritora Empar Fernández afirma que «los autores que desde hace años nos dedicamos a la novela negra todavía debatimos en los innumerables encuentros y festivales sobre el peliagudo asunto de las obras que pueden ser consideradas negras y las que no merecerían recibir la preciada etiqueta»,24 y propone el concepto «gris asfalto» —que sorprendentemente llega incluso a recoger alguna publicación académica—25 para referirse a una tipología de novelas que no son negras, pero que en el fondo no dejan de ser thrillers.

Por otro lado, también surge el intento de denominar a la nueva novela negra «», una muestra más del desconocimiento que existe aquí de la evolución terminológica. Como ocurre con el término «», proveniente de la colección «Série noire» y que popularizó el cine, en los años ochenta se crea el término «» que Mark Conard26 define como «any film coming after the classic noir period that contains noir themes and noir sensibility», y que posteriormente adopta la literatura. El caso es que a día de hoy el embrollo terminológico es de proporciones colosales, tanto a nivel editorial27 como periodístico28 o académico,29 y se usa cada vez más el término «novela negra» así como...



Ihre Fragen, Wünsche oder Anmerkungen
Vorname*
Nachname*
Ihre E-Mail-Adresse*
Kundennr.
Ihre Nachricht*
Lediglich mit * gekennzeichnete Felder sind Pflichtfelder.
Wenn Sie die im Kontaktformular eingegebenen Daten durch Klick auf den nachfolgenden Button übersenden, erklären Sie sich damit einverstanden, dass wir Ihr Angaben für die Beantwortung Ihrer Anfrage verwenden. Selbstverständlich werden Ihre Daten vertraulich behandelt und nicht an Dritte weitergegeben. Sie können der Verwendung Ihrer Daten jederzeit widersprechen. Das Datenhandling bei Sack Fachmedien erklären wir Ihnen in unserer Datenschutzerklärung.