Careta Plans / Ballesteros Ventura | El valor de los cuidados. La supervisión | E-Book | sack.de
E-Book

E-Book, Spanisch, 280 Seiten

Reihe: Horizontes

Careta Plans / Ballesteros Ventura El valor de los cuidados. La supervisión

Contextos profesionales en los que se trabaja con personas
1. Auflage 2023
ISBN: 978-84-19312-72-3
Verlag: Ediciones Octaedro
Format: EPUB
Kopierschutz: 6 - ePub Watermark

Contextos profesionales en los que se trabaja con personas

E-Book, Spanisch, 280 Seiten

Reihe: Horizontes

ISBN: 978-84-19312-72-3
Verlag: Ediciones Octaedro
Format: EPUB
Kopierschutz: 6 - ePub Watermark



Frecuentemente nos preguntan, y nos preguntamos nosotros mismos, en qué consiste la supervisión de equipos profesionales. ¿Qué idea subyace en la práctica profesional que desarrollamos? ¿Cuáles son los pilares epistemológicos que sostienen la conceptualización y la pragmática? Las reflexiones que encontrarás en este libro nos direccionan hacia una búsqueda de la calidad en el qué, en el cómo y en el cuándo de la supervisión de equipos profesionales. Partiendo del análisis de los diferentes tipos de supervisión y su evolución, se presenta el modelo de supervisión desarrollado en los más de diez años de experiencia de Barcelona Espai de Supervisió en los ámbitos social, de la salud mental y de la educación; así como las técnicas y recursos que lo concretan. El contenido de esta obra pretende facilitar la confección y revisión de proyectos y prácticas de supervisión en diversas instituciones y marcos profesionales. Encontrarás orientaciones e ideas clave para iniciarte en este campo profesional y también para la reflexión en profundidad sobre la propia intervención. La supervisión de equipos profesionales se erige como recurso básico esencial para el cuidado, para la provención y la prevención de riesgos laborales en los contextos profesionales en los que se trabaja con personas. Los beneficios y sus evidencias se detallan para fundamentar y argumentar el valor de la supervisión como dispositivo de cuidado.

Arnau Careta, profesional del equipo de Barcelona Espai de Supervisió, y coordinador de esta publicación, se dedica desde hace más de diez años a cuidar a través de la supervisión a equipos e instituciones en procesos de cambio, de desarrollo profesional y de mejora de las dinámicas para el bienestar profesional y personal. Neus Ballesteros, profesional del equipo de Barcelona Espai de Supervisió, y coordinadora de esta publicación, se dedica desde hace más de diez años a cuidar a través de la supervisión a equipos e instituciones en procesos de cambio, de desarrollo profesional y de mejora de las dinámicas para el bienestar profesional y personal.

Careta Plans / Ballesteros Ventura El valor de los cuidados. La supervisión jetzt bestellen!

Weitere Infos & Material


Prólogo
JOSÍ LEAL RUBIO Consultor y supervisor en salud mental y servicios sociales Cuando acepté la propuesta de escribir el prólogo de lo que era un proyecto muy incipiente de crear un libro sobre supervisión con equipos e instituciones, lo hice por afecto hacia aquellos de los que venía el tan generoso ofrecimiento, además de por el interés que viene suscitando en mí una tarea a la que vengo dedicando mucho tiempo desde hace años. Sentí agradecimiento, porque sabía que la propuesta que me hacían estaba cargada también de afecto y, en gran medida, era el resultado de una sintonía en las maneras de mirar, de escuchar y de acercarnos a todas las personas que nos piden ayuda. He leído con atención suma la concreción de lo que fue aquel proyecto, y lo que siento es admiración por una tarea tan bien conducida por quienes han participado y por la rica complementariedad de lo que cuentan y de las propuestas que formulan. Diré también muy sinceramente que, leído el libro, pensé en la función casi innecesaria del prólogo. Cualquier prólogo no es más que «lo que antecede al texto» o aquello que introduce su lectura. Pero un texto como este lo que requiere es no distraerse previamente e ir prontamente a la esencia. En este caso, además, Xavier ha escrito una magnífica introducción que aligera mi responsabilidad de contar lo que viene a continuación. Y lo que viene a continuación, el texto, es un rico conjunto de informaciones y reflexiones de lo que es esa interesante y no siempre fácil tarea a la que se viene dando el nombre de supervisión. Coincido con lo expresado por varios de los autores en que ese concepto ha devenido insuficiente, cuando no equívoco, para señalar una tarea que es más de pensar juntos, o de copensar –nombre que yo prefiero para esta tarea y que procede del interesante pensamiento de Pichón-Riviere–. Es más eso que una visión súper, por encima o más allá de la visión de los otros. Es verdad que esa función es singular, además de por la experiencia personal –como lo son las demás–, por su situación de externidad. La acción profesional ha de ser un acto de creación, es decir, de transformación a partir de lo que ponen en juego quienes participan. La escritura es un acto creativo, y ello puede apreciarse muy prontamente en los textos que vienen a continuación. Pero yo creo que la escritura acerca de nuestra acción profesional da cuenta del saber que se ha creado en ese espacio, por tanto, de lo aprendido por aquel que escribe. Quiero recalcarlo, porque, más o menos definido, circula a lo largo de todo el texto. Y eso es un valor. Lo es poder transmitir que lo que se muestra es efecto de un esfuerzo colectivo que ha tenido como resultado la construcción de un saber que, al ser escrito, se coloca sobre la mesa como ofrenda y un modo de devolución generosa de lo aprendido con esfuerzos varios y con múltiples influencias. Esa gratitud y reconocimiento está muy presente en los textos de los autores que participan en esta magnífica obra coral. Por ello, tras leerlos, siento que lo que debo hacer –y lo que me apetece hacer en esta mi aportación– es más unirme e invitar a hacerlo en un magnífico acto de celebración del saber producido a través del encuentro con el otro que acude en búsqueda de ayuda y se encuentra con alguien que, además de esforzarse en proporcionársela, reconoce el saber que el otro aporta, sin lo cual la ayuda sería un mero acto de exhibición y soberbia y, muy frecuentemente, su efecto un menoscabo de la autonomía y la capacidad de la persona para ser parte de la solución. Desde esta perspectiva, este libro es un don. Recorre con placer –las muestras de gratitud siempre son un acto hermoso de celebración– los muchos elementos expresados por otros autores respecto a las prácticas en que han participado y se adentra con respeto y sin miedo en el sentido singular de cada una de las prácticas que ellos mismos describen. Quiero decir, se pueden apreciar los reconocimientos de los legados de otros profesionales a través de un rico conjunto de citas que demuestran que sus autores han sentido la pasión por conocer qué había, y esos elementos recibidos son acicate para seguir creando nuevas prácticas. Con esto quiero señalar la gran riqueza de referencias que siempre van bien para saber de qué hablamos y de qué hablaron otros. Es un texto, como dije, de celebración. Lo describe bien Xavier en la introducción o presentación del texto. Celebración de unos años de trabajo del equipo BES y también de la pasión y el esmero con que han venido trabajando. Tuve el honor de participar con ellos en varios encuentros a propósito de un interés por algunas cuestiones que sabían que yo venía desarrollando en el ámbito de la supervisión y en mi preocupación por la reflexión acerca de la fragilidad, los cuidados y la ética. Más que encuentro, reencuentro, porque ya conocía la experiencia de trabajar con ellos y su pasión por el conocimiento del que tuve constancia en encuentros que habíamos realizado con otras personas muy queridas en un seminario que, sobre dinámicas y análisis institucional, coordiné en el ICE de la Universidad de Lleida. Pero también es una celebración de la narración de las prácticas del cuidado hecho desde posiciones de horizontalidad, porque sabemos que el cuidado es el sustento de la ciudadanía y que la experiencia de cuidar y ser cuidado está en permanente interacción. Y que quien ofrece cuidados es también un posible receptor de los mismos. El reconocimiento de que la falta, la carencia, las limitaciones y la necesidad que tenemos del otro, en diversos modos, no es atribuible a indeseadas coyunturas, sino al hecho estructural de ser carentes, incompletos e inacabados, y no tiene otro destino que pensar que la relación en los cuidados es recíproca. Y que quien cuida siempre ha de saber que él mismo es, en muchos momentos, objeto de cuidados. Eso es lo que hace que toda relación sea una relación de horizontalidad, es decir, de reconocimiento de una reciprocidad donde intervienen dos o más personas en condiciones distintas, pero ambas sujetas al reconocimiento del otro en tanto igual a pesar de sus diferencias, que pueden ser siempre motivo de enriquecimiento y han de tener un lugar de escucha atenta en los espacios de cuidado, y la supervisión lo es. Y es especialmente necesaria esta consideración en los espacios colectivos de supervisión donde la diversidad ofrece creatividad y riqueza. En el ámbito de la relación no hay un saber superior ni una supervisión, hay un saber distinto y, por ende, complementario. Y es que en origen, hay que admitirlo, la supervisión ha sido una relación de poder de aquel que sabe y a través de esa práctica jerarquizada garantiza que lo que se está haciendo es conforme a norma. Ha sido para muchas instituciones una forma de control de la ortodoxia. Es verdad que en toda relación de aprendizaje, y la supervisión lo es, hay algo singular en aquella persona a quien se pide que mire con detalle lo hecho y ofrezca su mirada sobre ello para aportar elementos nuevos que relancen los modos de afrontar las tareas. Pero eso no es recurrir al oráculo. Esa persona sabe por sí misma, sin que el consultante aporte nada más que la pregunta. El oráculo tiene un saber previo. El supervisor tiene un saber a partir de lo que el otro le presenta. Y juntos construyen. Es verdad que, en ese sentido, el espacio de supervisión es muy similar al espacio clínico, social o de aprendizaje formal, como bien señalan los escritores del texto. El reconocimiento de una carencia de saber, que motiva la consulta, es complementado con las propuestas de un saber singular que se supone a quien se consulta. Pero este no hace, no puede hacer más que facilitar hipótesis sobre las que ir construyendo el camino para la comprensión compartida de lo que preocupa a la persona que propone o al grupo que participa. Como muy bien dice Lledó, «investigar, entender consiste sobre todo en preguntar». Si preguntas es porque reconoces saber en el otro, un saber que es necesario para seguir construyendo. Por eso la supervisión es la construcción de un saber a partir de una serie de interrogantes que se muestran en la confianza de caminar juntos hacia un lugar: el de aprender y de afrontar mejor algunos avatares. Y por ello, la supervisión es un diálogo. El diálogo es el modo de superar el saber dogmático. Como señala Lledó, «un diálogo es, en principio, el puente que une a dos o más personas para, a través de él, exponer unas determinadas informaciones sobre el mundo de las cosas y de los significados». El diálogo, fruto de la democracia, que se inició en Grecia en el siglo v a.C., supuso la eliminación del lenguaje dogmático y el reconocimiento de que nadie podía atribuirse el monopolio de la seguridad en lo dicho. A veces esa función se atribuye a las disciplinas y ello, en ocasiones, cuando se actúa con tensión es fuente de conflictos y obstáculo en el aprendizaje grupal. La función del espacio de supervisión y del supervisor, copensor, etc., es muy importante. Lo digo, si se me permite, con toda la pasión, porque estoy convencido de que la excesiva parcialización del saber lo constituye en sedentario, cuando ha de ser nómada y buscar sin miedo. Y lo digo también con pasión, porque he vivido la rica experiencia de participar en procesos con...



Ihre Fragen, Wünsche oder Anmerkungen
Vorname*
Nachname*
Ihre E-Mail-Adresse*
Kundennr.
Ihre Nachricht*
Lediglich mit * gekennzeichnete Felder sind Pflichtfelder.
Wenn Sie die im Kontaktformular eingegebenen Daten durch Klick auf den nachfolgenden Button übersenden, erklären Sie sich damit einverstanden, dass wir Ihr Angaben für die Beantwortung Ihrer Anfrage verwenden. Selbstverständlich werden Ihre Daten vertraulich behandelt und nicht an Dritte weitergegeben. Sie können der Verwendung Ihrer Daten jederzeit widersprechen. Das Datenhandling bei Sack Fachmedien erklären wir Ihnen in unserer Datenschutzerklärung.