E-Book, Spanisch, 168 Seiten
Reihe: Concilium
Babic / Cornille / Pilario Signos de esperanza en las relaciones islamo-cristianas
1. Auflage 2020
ISBN: 978-84-9073-637-1
Verlag: Editorial Verbo Divino
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
Concilium 387
E-Book, Spanisch, 168 Seiten
Reihe: Concilium
ISBN: 978-84-9073-637-1
Verlag: Editorial Verbo Divino
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
Este número de Concilium se centra en la evolución reciente y actual de las relaciones entre musulmanes y cristianos. Es importante contrarrestar la narrativa acerca del islam (centrada en desacuerdos, tensiones y conflictos) con historias de figuras, acontecimientos, movimientos o prácticas que ejemplifiquen el amor genuino y el respeto por el otro religioso, el aprendizaje mutuo y el compromiso con un bien común superior.
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Vebjørn L. Horsfjord *
UNA PALABRA COMÚN ENTRE NOSOTROS Y VOSOTROS: UNA PORTADORA DE ESPERANZA
El documento A Common Word Between Us and You (Una palabra común entre nosotros y vosotros) fue publicado por un gran grupo de líderes e intelectuales musulmanes en octubre de 2007. Centrándose en el doble mandamiento del amor a Dios y al prójimo, invitaba a los líderes cristianos a comprometerse en un diálogo. Muchos líderes eclesiásticos aceptaron con entusiasmo la invitación y durante los años siguientes la iniciativa musulmana dio sus frutos: numerosas conferencias islamo-cristianas y proyectos de cooperación en todo el mundo, con la implicación de una gran gama de cristianos, desde ortodoxos hasta evangélicos. Ha inspirado la cooperación interreligiosa más allá del eje islamo-cristiano y puede seguir haciéndolo en años venideros.
La Asamblea General [de Naciones Unidas] proclama la primera semana de febrero de cada año Semana Mundial de la Armonía Interconfesional entre todas las religiones, confesiones y creencias; 3. Alienta a todos los Estados a que durante esa semana presten apoyo, con carácter voluntario, a la difusión del mensaje de la armonía interconfesional y la buena voluntad en las iglesias, las mezquitas, las sinagogas, los templos y otros lugares de culto del mundo, sobre la base del amor a Dios y al prójimo o del amor al bien y al prójimo, cada uno según las propias tradiciones o convicciones religiosas1.
En noviembre de 2020 se cumplirá el 10º aniversario de la resolución unánime de la Asamblea General de Naciones Unidas que instituyó la Semana Mundial de la Armonía Interconfesional. Con su lenguaje semiteológico sobre Dios y el bien, claramente inspirado en el lenguaje bíblico sobre el amor a Dios y al prójimo, la resolución es inusual, pero también refleja un deseo ampliamente compartido de contrarrestar las narraciones de las crecientes tensiones interreligiosas. La resolución fue propuesta por el Reino de Jordania. A través de Jordania y su Instituto Real Aal al-Bayt para el Pensamiento Islámico (RABIIT, siglas en inglés) de Ammán, existe una línea indirecta, pero clara, desde la controvertida conferencia del papa Benedicto XVI en Ratisbona en septiembre de 2006 hasta la Semana Mundial de la Armonía Interconfesional. En 2009, el Papa utilizó un lenguaje similar al de la resolución de las Naciones Unidas cuando se dirigió a los líderes musulmanes en la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén: «El amor indiviso al único Dios y la caridad hacia el prójimo se convierten en el eje alrededor del cual gira todo lo demás»2. La idea de que el doble mandamiento del amor debería ser la base de la comprensión interreligiosa tuvo su origen en el documento Una palabra común entre nosotros y vosotros (ACW, siglas en inglés) de octubre de 2007, un texto de unas veinte páginas que 138 líderes e intelectuales musulmanes de relevancia enviaron como carta abierta al Papa y los líderes cristianos.
Este documento se convirtió en una de las iniciativas más dinámicas para el diálogo entre cristianos y musulmanes en la primera década de este siglo, y sigue produciendo sus frutos. Presentaré en lo que sigue el contenido y el trasfondo del documento. Luego compartiré algunos comentarios críticos antes de pasar a extraer cuatro aspectos del ACW y el subsiguiente proceso de diálogo que sugiero que lleven esperanza para el futuro: el uso de la tecnología moderna para promover el entendimiento interreligioso; la aplicación de una «hermenéutica de buena voluntad» en los encuentros interreligiosos; el potencial del ACW para funcionar como una declaración Nostra aetate de corte islámico, y el carácter de todo el proceso de diálogo de actuación y modelización para las iniciativas de diálogo local.
I. Contenido y trasfondo
El argumento central del documento se explicita en el primer párrafo: «La unidad de Dios, la necesidad de amarlo y la necesidad de amar al prójimo, constituye la base común entre el islam y el cristianismo». Los autores sostienen que este fundamento común, sobre el que deberían encontrarse el islam y el cristianismo, puede encontrarse en las sagradas escrituras de ambas tradiciones. El texto, que tiene el aroma de un tratado teológicos, contiene citas extensas del Corán (30 % de todo el texto) y de la Biblia (10 %), como también una serie de hadices. En sus tres partes se habla primero del amor a Dios, luego del amor al prójimo, y por último se argumenta que los cristianos y los musulmanes deben entablar un diálogo y una cooperación basándose en el terreno común identificado en las dos primeras partes.
La afirmación nuclear de que la fe en un solo Dios y los dos mandamientos gemelos es compartida por musulmanes y cristianos (como también por judíos) no es nueva. Sin embargo, es novedoso que un texto firmado por un amplio grupo de eruditos musulmanes use sistemáticamente conceptos que tienen su origen en la Biblia como un prisma para entender el Corán. Los términos específicos que ordenan amar a Dios y al prójimo, y la idea de que estos son «mandamientos», no se encuentran en el Corán ni en otra tradición islámica. En el ACW una serie de citas centrales del Corán y de los hadices se interpretan a la luz de estos conceptos bíblicos y se muestran —en opinión de los autores— como equivalentes a estos. El significado sustantivo y teológico de esta equivalencia se refuerza con una referencia a la convicción islámica de que los personajes centrales de la tradición judía y cristiana, incluidos Moisés y Jesús, eran profetas enviados por Dios, y que Mahoma, como mensajero final, en principio no trajo «nada nuevo». Esto se expone en el ligeramente intrincado pero muy importante párrafo final de la parte del texto que trata del amor a Dios:
Ahora quizás podamos entender las palabras [de Mahoma] «Lo mejor que he dicho —yo mismo y los profetas que vinieron antes de mí—» como la equiparación de la fórmula bendita «No hay más dios que Dios, él solo, no tiene asociado, suya es la soberanía y suya es la alabanza y tiene poder sobre todas las cosas» precisamente con el «primero y más grande mandamiento» de amar a Dios con todo el corazón y el alma, como se encuentra en varios lugares de la Biblia.
Los autores encuentran el equivalente de la tradición islámica al mandamiento del amor al prójimo en el hadiz «Ninguno tiene fe hasta que ame a su prójimo como a sí mismo». Aunque este texto no ordena literalmente el amor al prójimo, constituye un raro ejemplo en las escrituras islámicas en el que se relacionan entre sí las palabras «amor» y «prójimo»3.
Cuando se publicó el documento contenía una lista de 138 signatarios. Las firmas son parte integral de su mensaje. Entre los eruditos y líderes islámicos se encontraban algunos de los más prominentes representantes del mundo del islam sunita y chiita, y representan a 40 países diferentes. La lista transmite el mensaje de que el documento es más que un tratado teológico: en él escuchamos la voz de diversos y sin embargo unificados representantes del islam.
Los signatarios se enumeraron por orden alfabético (según la ortografía inglesa de sus nombres) y ninguno fue identificado como el autor principal. Sin embargo, desde el principio se supuso que el documento había sido escrito en gran medida por el príncipe Ghazi bin Muhammad de Jordania, primo del rey Abdullah II y director del Instituto Aal al-Bayt. Más tarde, Ghazi hizo saber que no solo era un autor principal, sino el único autor del ACW4.
Un año antes de ACW, el príncipe Ghazi, junto con otros 37 líderes islámicos, había publicado otra carta abierta dirigida al papa Benedicto. Esta primera carta abierta fue una reacción directa a la conferencia del Papa en la Universidad de Ratisbona el 12 de septiembre de 2006 en la que se le escuchó asociar el islam con la violencia. La carta invitaba al Papa a continuar el diálogo sobre temas de interpretación de las escrituras islámicas en los que, según Ghazi, estaba equivocado. Como seguimiento directo, se comenzó a trabajar en la ACW.
Al igual que la primera carta abierta, Una palabra común se dirige en primer lugar al Papa, y luego a una serie de otros 26 altos líderes de la Iglesia. La lista de destinatarios refleja la lista de firmantes y sugiere que la ACW inicia un intercambio entre los más altos representantes de los cristianos y los musulmanes del mundo.
II. El proceso de diálogo de ACW
No está del todo claro qué resultado esperaban el príncipe Ghazi y sus colaboradores de Una palabra común, pero no hay duda de que auguraban alguna forma de respuesta de los principales líderes de la Iglesia5. De hecho, algunas de esas respuestas fueron parte integrante de la publicación cuidadosamente gestionada del documento cuando el obispo (anglicano) de Londres y el arzobispo de Canterbury ofrecieron inmediatamente sus breves pero agradecidas observaciones. Sin embargo, el Papa fue lento en responder. A largo plazo, el Vaticano se puso al día e hizo de Ghazi y Una palabra común una de sus prioridades en el diálogo católico-musulmán. Se creó el foro católico-musulmán y se reunió por primera vez en Roma en noviembre de 2008 para discutir precisamente «El amor a Dios, el amor al prójimo». Se reunieron de nuevo en 2011, 2014 y 2017. El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, siguió sus primeros comentarios de acogida con consultas intracristianas (ecuménicas) así como una conferencia, de alto perfil,...