E-Book, Spanisch, 272 Seiten
Reihe: Qué se sabe de...
Aguirre Monasterio / Bernabé Ubieta / Gil Arbiol Qué se sabe de... Jesús de Nazaret
1. Auflage 2011
ISBN: 978-84-8169-537-3
Verlag: Editorial Verbo Divino
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
E-Book, Spanisch, 272 Seiten
Reihe: Qué se sabe de...
ISBN: 978-84-8169-537-3
Verlag: Editorial Verbo Divino
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
Jesús no es patrimonio de ningún grupo ni iglesia: es legítimo y necesario socializar su historia desde aquellos presupuestos y bases que son compartidas por cualquier persona que se interese por él, independientemente de su posición religiosa. Este estudio histórico de Jesús, tal como se lleva haciendo desde hace dos siglos, plantea interrogantes a la tradición cultural de Occidente, a las formulaciones dogmáticas y a la coherencia vital de quienes se confiesan seguidores de Jesús. Su persona, su vida y su mensaje son inagotables; en realidad, es imposible presentar lo «que se sabe de Jesús de Nazaret», pero sólo con evocarlo, ya resulta fascinante.
Autoren/Hrsg.
Weitere Infos & Material
Introducción
¿Es oportuno publicar un nuevo libro sobre Jesús de Nazaret? ¿Es posible decir algo nuevo que no se haya dicho en estos últimos dos mil años? ¿No hay una exageración de libros que hablan sobre Jesús? ¿Qué puede aportar otro más a esta desmesura editorial y mediática? ¿Quién se atreve a publicar un libro sobre Jesús en un contexto en el que será examinado con lupa? Estas preguntas, y sus respuestas negativas o escépticas, serían suficientes para abortar este libro; sin embargo, muy al contrario, son precisamente las que mejor legitiman el objetivo de este libro: ante tantas publicaciones y opiniones, ante tanta polémica y crítica, es posible y oportuno presentar Qué se sabe de... Jesús de Nazaret.
Así pues, el objetivo de este libro no es, propiamente, presentar a Jesús de Nazaret; o no lo es de modo inmediato. El propósito es mostrar cuáles son los temas más importantes de los estudios sobre Jesús, qué se sabe sobre él, cómo se ha presentado y cómo hemos llegado a donde estamos, qué perspectivas predominan, cuáles son los temas candentes o polémicos... No pretendemos, por tanto, «echar más leña al fuego» o añadir controversia, ni presentar las opiniones de los autores de este libro al debate sobre cada tema y aspecto, sino hacer una presentación sintética y equilibrada de «lo que se sabe» sobre Jesús de Nazaret.
Aclarado el por qué, debemos justificar el cómo; es decir, de qué modo este libro va a presentar lo que se sabe de Jesús de Nazaret. El primer punto que hemos de aclarar es cuáles son los límites de aquello que consideramos «lo que se sabe» de Jesús. Los modos de conocimiento son muchos, dependiendo del objeto de estudio y de la perspectiva del estudioso; esta es una de las razones que ha favorecido la proliferación de libros sobre Jesús. Algunos estudios, basados en el hecho de que Jesús fue, ante todo, una persona sometida a las leyes de la historia, son exclusivamente históricos, arqueológicos o socioculturales, y presentan lo que estas ciencias pueden decir sobre Jesús. Otros estudios, basados en la naturaleza teológica de las fuentes, es decir, en el hecho de que las fuentes que hablan de Jesús reflejan en su gran mayoría el proceso de reflexión de los primeros cristianos sobre la identidad de Jesús, son, además, literarios, exegéticos y teológicos, mostrando lo que estas ciencias han aportado al conocimiento de Jesús. Por su parte, otras presentaciones de Jesús prescinden de la historia y de sus condicionantes y hacen una presentación exclusivamente teológica y creyente, mostrando lo que de Jesús ha ido confesando la fe a lo largo de veinte siglos.
Todos estos estudios son legítimos, siempre y cuando respeten sus propias limitaciones: aquellas que imponen los presupuestos, herramientas y método que asumen desde el inicio; así, las conclusiones de cada uno de estos estudios no deben trascender sus linderos. Ninguno de esos estudios es, ni puede pretender ser, exclusivo; y mucho menos absoluto. Ningún fenómeno histórico se agota con la perspectiva de una ciencia, del mismo modo que ninguna disciplina puede pretender poseer la verdad completa sobre una realidad histórica, sino interpretaciones más o menos legítimas en función de su adecuación al objeto de estudio. Por esta necesaria pluralidad, que es el mejor modo de acercarse a la verdad, surgen continuamente (y seguirán surgiendo) libros sobre Jesús de Nazaret.
Sin embargo, algunos se preguntan: lo que se sabe de Jesús ¿es únicamente lo que los métodos científicos históricos pueden saber de él? ¿O tiene la fe alguna aportación al respecto, es decir, puede la confesión de Jesús como Hijo de Dios añadir algo a lo que se sabe de él? La convicción de los autores de este libro es que lo que se puede saber de Jesús no está limitado única y exclusivamente a lo que las ciencias históricas pueden decir sobre él y que la confesión de Jesús como Hijo de Dios añade una perspectiva legítima que es necesario incluir en una presentación de Jesús. La razón fundamental es que las ciencias históricas no agotan, ni mucho menos, la comprensión de Jesús y dejan sin resolver una infinidad de cuestiones que, no obstante, se han ido respondiendo a lo largo de los siglos de modos diversos. La cautela ineludible para incluir esta perspectiva es cotejarla continuamente con los datos históricos para que, del diálogo entre ambas (fe e historia), el conocimiento de Jesús se acerque cada vez más a la verdad.
En este punto, una afirmación teológica viene en ayuda del historiador que quiere poner en diálogo las perspectivas teológica e histórica: la fe cristiana afirma que el Verbo divino se encarnó en Jesús para revelarse a los hombres y mujeres de todos los tiempos (Lumen Gentium 9; Dei Verbum 12) y así asumió las condiciones sociales y culturales concretas de las personas con las que convivió (Ad Gentes 10). Por tanto, la historia con todos sus condicionantes no es prescindible; es, más bien, el camino ineludible, el campo de trabajo sobre el que se sostienen las afirmaciones de fe y la disciplina que aporta las herramientas para contrastar la fe. Con todo, la historia, como hemos dicho, ni agota ni totaliza el conocimiento de Cristo, porque no puede acceder a la realidad más que a través de los rastros que deja y estos son siempre parciales.
En este libro adoptamos un enfoque histórico, aquel que puede ser compartido por creyentes y no creyentes, sobre el que la fe cristiana puede construir su entramado teológico. Jesús no es patrimonio de ningún grupo ni iglesia: es legítimo y necesario, por tanto, contribuir a la socialización de su persona desde aquellos presupuestos y bases que son compartidos por cualquier persona que se acerque a él, independientemente de su posición religiosa. Por las características de esta colección y de este libro, no queremos hacer una presentación apologética, ni polémica, ni excluyente. En cada parte se percibirá este enfoque histórico que acepta sus límites: no presentamos al Jesús real, ni al Jesús de la fe, sino a Jesús de Nazaret de acuerdo a lo que las ciencias históricas pueden mostrarnos de él, apuntando, en la medida de lo posible, algunas líneas de desarrollo que ha adquirido el Jesús de la fe.
Este enfoque ha supuesto para algunos el llamado ocaso de la ingenuidad narrativa bíblica, aquella lectura de los textos bíblicos (especialmente los evangelios) que los leía como si transmitieran verdades ahistóricas o crónicas históricas cuya aceptación al pie de la letra era necesaria para la confesión de fe. La admisión por parte de las iglesias de los métodos histórico-críticos ha supuesto el fin de aquella ingenuidad, pero no del fundamento histórico de la fe, como algunos se empeñan en mostrar. La lectura crítica no se contrapone a una lectura narrativa «ingenua» ni la anula. De hecho, en determinados contextos (liturgia, culto, etc.), la lectura narrativa «ingenua» de los textos bíblicos es legítima y necesaria; como también lo es su recuperación tras la lectura crítica de los mismos. Es, por tanto, posible incorporar la pregunta crítica a los textos sin ahogar su carácter y dimensión teológica; es, incluso, necesario hacerlo si queremos abordar con seriedad la pregunta teológica.
Todo ello supone, lógicamente, que en este libro abordamos cuestiones hipotéticas. El enfoque histórico que adoptamos, lógicamente legítimo, tiene los límites que hemos mencionado (y otros que es imposible presentar de modo breve en esta introducción). No vamos a presentar, pues, la totalidad de Jesús, su misterio, su identidad y alcance desde el punto de vista de la revelación de Dios. Vamos a exponer únicamente algunos de los rasgos históricos de Jesús de Nazaret, de acuerdo a lo «qué se sabe» de él teniendo en cuenta las ciencias históricas. De este modo creemos que se entenderá la necesidad de este enfoque, así como sus límites, que deberán ser completados con otras aportaciones que van más allá de los objetivos de este libro y de esta colección.
Para nuestro objetivo, como veremos en el siguiente capítulo, contamos, entre otras, con unas fuentes especialmente significativas: los evangelios canónicos. Este libro no es una presentación de los evangelios ni pretende decir cómo deben ser leídos; su objetivo es facilitar el acceso al Jesús histórico a través de los evangelios. Hay muchas cuestiones que no podemos abordar en el libro sobre la naturaleza de estas fuentes ni sobre su carácter histórico. Con la necesaria justificación en cada momento, asumimos que estas fuentes son históricas, no en su literalidad, sino por el enraizamiento histórico que tienen: son relatos teológicos basados en la historia. La profundidad y alcance histórico de cada dato será presentado en cada caso cuando sea necesario, asumiendo que es un aspecto que no podemos abordar aquí en su conjunto ni en detalle y que hay bibliografía accesible que lo hace con suficiente solvencia y garantía.
Los tres autores del libro hemos trabajado con una misma metodología y en diálogo. Se trata, pues, de un trabajo en equipo, que ha supuesto una dinámica de diálogo y discusión sobre la mayoría de los temas abordados, así como el enfoque de cada uno de ellos y el esquema del conjunto. No obstante, la responsabilidad intelectual de cada parte recae en aquel de los tres que la ha redactado.
Introducción (Carlos Gil)
Primera parte: ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?