Tcherneva | En favor del trabajo garantizado | E-Book | sack.de
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E-Book, Spanisch, 124 Seiten

Tcherneva En favor del trabajo garantizado


1. Auflage 2020
ISBN: 978-3-944203-56-0
Verlag: Lola Books
Format: EPUB
Kopierschutz: 6 - ePub Watermark

E-Book, Spanisch, 124 Seiten

ISBN: 978-3-944203-56-0
Verlag: Lola Books
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Quizá la herramienta más perniciosa que los líderes empresariales han usado contra las políticas en favor del interés público sea el mito de que el gasto del gobierno depende de la recaudación de los impuestos que ellos pagan al estado. Toda lucha por la emancipación económica debe rechazar frontalmente esta leyenda. Si no las políticas progresistas serán rehenes permanentes de la ideología de las finanzas saneadas. Para tratar de salvar los grandes obstáculos estructurales e institucionales que hacen que la lucha en favor de los trabajadores sea tan dura, debemos como mínimo enfrentarnos a la herramienta ideológica más poderosa que los ricos y poderosos tienen a su disposición: el mito de que ellos lo pagan todo. Nada de esto es 'fácil', pero es inútil pretender que los obstáculos son insalvables. La mayoría de argumentos contra el trabajo garantizado ya han sido esgrimidos en el pasado para oponerse a otras políticas públicas esenciales. Esa es la naturaleza de la política del miedo. No existen razones morales o económicas convincentes para seguir como hasta ahora. La cuestión es: ¿A qué debemos tener más miedo, a un mundo en el que se garantice a todas las personas un trabajo con un salario digno o a un mundo en el que el desempleo masivo siga siendo lo normal? - Pavlina R. Tcherneva

Pavlina Tcherneva es investigadora del Levy Economics Institute y profesora de economía en el Bard College. Es uno de los autores más importantes de la teoría monetaria moderna a nivel mundial, especialmente en el campo del trabajo garantizado.

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INTRODUCCIÓN
No es porque las cosas sean difíciles por lo que no nos atrevemos a hacerlas, es porque no nos atrevemos a hacerlas por lo que son difíciles. Séneca “En la vida no hay nada garantizado”, dice un refrán popular, y otro dice que “si realmente deseas algo, tienes que trabajar por ello”. ¿Pero qué ocurre si lo que realmente quieres es un trabajo remunerado, decente y bien pagado? ¿Y qué pasa si no lo puedes encontrar porque, efectivamente, nada en la vida está garantizado? Esta es la paradoja que la propuesta del trabajo garantizado aspira a resolver. Se trata de una política pública que proporciona una oportunidad laboral de manera permanente a todo aquel que esté buscando empleo, independientemente de sus circunstancias personales o del estado en el que se encuentre la economía. Así, convierte a las oficinas de desempleo en oficinas de empleo que proporcionan oportunidades laborales en servicios públicos muy variados, desde cuidados a otras personas y al medioambiente, hasta trabajos de rehabilitación y en pequeños proyectos de infraestructuras. Por tanto, el trabajo garantizado es una alternativa pública para encontrar empleo. La parte garantizada de la propuesta consiste en la promesa (garantía) de que todos aquellos que la busquen siempre recibirán una oferta laboral básica. La parte del trabajo resuelve otra paradoja, aquella que se basa en que si bien en el mundo actual el trabajo remunerado es algo vital e indispensable, también se ha convertido para muchos en algo esquivo, oneroso y punitivo. El componente laboral del trabajo garantizado aspira a cambiar todo esto estableciendo un estándar laboral decente y suficientemente remunerado para todos los empleos de la economía. Al mismo tiempo, también aspira a transformar las políticas públicas, la naturaleza de las experiencias laborales y el significado del trabajo mismo. El trabajo garantizado se enfrenta a dos aspectos muy concretos de la inseguridad económica: el desempleo (intermitente o de larga duración) y el empleo mal pagado (precario y desigual). En el mercado laboral hay otros problemas como el robo de salarios, la discriminación, la pobreza y el estancamiento del nivel salarial. También existen otras formas de inseguridad económica, como la falta de acceso a alimentos, cuidados, alojamiento y educación asequibles y de alta calidad, o la falta de protección ante los estragos del cambio climático. Aunque, en cierto sentido, el trabajo garantizado tiene una misión concreta y clara (proporcionar un trabajo decente con un salario decente a todos los que buscan empleo y acuden en su búsqueda) por su propia naturaleza y diseño aborda una amplia gama de problemas sociales y económicos, y contribuye a crear una economía más justa. En el fondo, el trabajo garantizado es una política asistencial que rechaza la idea de que la existencia de personas con problemas económicos, comunidades deterioradas y ecosistemas en peligro sea algo que hay que lamentar pero que a su vez supone un daño colateral inevitable en una economía de mercado. La idea de utilizar las políticas públicas para garantizar el derecho al trabajo no es nueva. Su larga trayectoria y su capacidad de resistencia se derivan de su profundo contenido moral. Esta idea se reafirma en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Presidente Franklin Delano Roosevelt la recogió en su propuesta de Carta de Derechos Económicos. Además, estuvo muy presente en la lucha por los derechos civiles y está inserta en las constituciones de muchas naciones (que a su vez están inspiradas en la Declaración Universal). Sin embargo, su cometido sigue sin cumplirse. En los EE.UU., los arquitectos de la Ley de Empleo de 1946 y de la Ley por el Pleno Empleo y el Crecimiento Equilibrado de 1978 intentaron sin éxito que entrara en vigor la legislación apropiada para que se garantizara en la práctica. En el resto del mundo, pese a no existir el derecho universal al trabajo, ha habido programas intermitentes de empleo directo. Mediante ellos se ha intentado, de manera muy imperfecta, llenar este vacío, en muchos casos con éxito constatable. A día de hoy, el trabajo garantizado está considerado como “el aspecto más importante del Green New Deal”1, ya que hace patente que la justicia medioambiental no puede ser conseguida sin la justica económica y social. El Green New Deal y el trabajo garantizado tienen como objetivo resolver dos problemas de carácter existencial que, pese a que parecen distintos, son de hecho orgánicamente inseparables: el cambio climático y la inseguridad económica ¿De qué sirve un futuro verde en el que se hayan reducido los peligros del calentamiento global, pero en el que familias y comunidades enteras continúen sufriendo muertes por desesperación ante la pobreza, el desempleo y las dificultades económicas? ¿Y qué tipo de economía tendríamos si todo el mundo tuviera acceso a empleos bien remunerados, pero siguiéramos explotando y devastando el medioambiente del que literalmente dependemos? Aunque el trabajo garantizado es anterior al Green New Deal, el trabajo garantizado siempre ha sido verde, desde los días en los que Roosevelt hablaba del Ejército de Árboles, hasta las propuestas actuales descritas en este libro, que priorizan la conservación del medioambiente y la regeneración de las comunidades. El Green New Deal es una agenda política ambiciosa diseñada para transformar la economía y proporcionar un planeta habitable a las generaciones futuras. El trabajo garantizado inserta la justicia económica y social en las respuestas científicas al cambio climático y es parte indispensable de la agenda verde que garantizaría que nadie se quedara atrás mientras realizamos la transición hacia el nuevo modelo económico. Sin embargo, también es una política macroeconómica transformadora y una red de seguridad que abordaría problemas presentes en el mercado laboral desde hace décadas, así como las disrupciones que surgirían de un proceso de transformación verde. Para decirlo claramente, el trabajo garantizado aseguraría que mientras que trabajamos para proteger el medioambiente y transformar la economía, también disfrutemos de unas políticas que protejan a los trabajadores y que transformen la propia experiencia laboral. Este libro presenta la propuesta del trabajo garantizado y explica por qué es crucial para el movimiento ecologista. También sostiene que, incluso después de que el Green New Deal haya cumplido su misión, la economía de mercado seguirá necesitando el trabajo garantizado. Esto es así porque el programa del trabajo garantizado cumple funciones de amortiguación de shocks y es una poderosa herramienta para la estabilización económica, lo cual representa la que seguramente sea su característica macroeconómica más relevante. Durante la era de la industrialización, cuando el trabajo remunerado se convirtió en el medio indispensable (aunque poco fiable) para asegurarse el sustento, estuvo ausente. Estuvo ausente durante la postguerra, cuando las depresiones económicas se desvanecieron sin que con ellas se desvaneciera también el desempleo. Y está ausente hoy, cuando las políticas neoliberales debilitan los derechos fundamentales de los trabajadores mientras que los políticos estabilizan los precios sobre las espaldas de los desempleados. Además, el trabajo garantizado es una política necesaria desde mucho antes de que contamináramos irreversiblemente el medioambiente y seguirá siendo necesaria después de que lo limpiemos. La perspectiva del trabajo garantizado verde que se articula aquí conecta la creación de puestos de trabajo con la conservación del medioambiente. También define políticas verdes que atajan cualquier tipo de desperdicio y devastación, sobre todo de nuestros recursos humanos. Las políticas verdes deben poner remedio sobre todo al abandono y despilfarro que surgen con las angustias económicas, el desempleo y el trabajo precario. Tal y como sostuvo el economista ganador del Premio Nobel William Vickrey, el desempleo es “en el mejor de los casos equivalente al vandalismo”, ya que produce un daño y una destrucción inadmisibles en individuos, familias y comunidades2. Sin embargo, en la creencia popular se considera que el desempleo es “normal”. Los economistas llegan incluso a tildarlo de “natural” y diseñan políticas que incluyen niveles de desempleo “óptimos”. La idea de que el desempleo involuntario es un hecho desafortunado pero inevitable, y que hay un nivel apropiado de desempleo necesario para el buen funcionamiento de la economía, es uno de los mayores mitos no sujetos a análisis de nuestro tiempo. También es mala economía. Con objeto de defender la política del...



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