E-Book, Spanisch, 424 Seiten
Reihe: Sociología y política
Robinson América Latina y el capitalismo global
1. Auflage 2017
ISBN: 978-607-03-0729-4
Verlag: Siglo XXI Editores México
Format: EPUB
Kopierschutz: 6 - ePub Watermark
Una perspectiva crítica de la globalización
E-Book, Spanisch, 424 Seiten
Reihe: Sociología y política
ISBN: 978-607-03-0729-4
Verlag: Siglo XXI Editores México
Format: EPUB
Kopierschutz: 6 - ePub Watermark
Este ambicioso volumen narra y analiza, desde un punto de vista crítico, la globalización, los cambios sociales, económicos y políticos generalizados que atraviesan América Latina desde los años setenta del siglo pasado hasta el presente.
William A. Robinson resume su teoría sobre el capitalismo global y discute como la economía política de Latinoamerica ha cambiado en cuanto que los estados se han integrado en el nuevo sistema global de producción y financiamiento, enfocándose específicamente en el aumento de las exportaciones agrícolas no tradicionales, la explosión de las maquiladoras, el turismo tradicional y la exportación de trabajo e importación de remesas. Continúa con una visión general sobre el choque entre las fuerzas capitalistas mundiales, el neoliberalismo y la nueva izquierda en américa Latina, viendo de cerca los deafíos y dilemas enfrentados por los movimientos de resistencia y sus perspectivas de triunfo.
Es catedrático de sociología, estudios globales e internacionales, y estudios latinoamericanos, en la universidad de California, Recinto Santa Barbara. Es autor de 8 libros, entre los más recientes, América Latina y el capitalismo global y la crisis del capitalismo global y el estado transnacional.
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PRÓLOGO A LA EDICIÓN EN ESPAÑOL
CRISIS GLOBAL
Han transcurrido unos ocho años desde que concluí las investigaciones para la edición en inglés de América Latina y el capitalismo global. Pero, !cuán rápido es el tiempo de los cambios en nuestro mundo globalizado! ¡Yo podría ocupar otro libro aquí en abordar el proceso de maduración de los temas tocados en la presente obra! Desde que escribí las últimas líneas de la edición en inglés a principios de 2007 la economía global experimentó el desplome de 2008 y la sociedad global se revuelca en un caos cada vez mayor. Más que una crisis económica enfrentamos lo que califico como una crisis de la humanidad. Estamos viviendo momentos de gran conmoción, incluyendo la verdadera posibilidad de un colapso así como la amenaza creciente de los sistemas represivos de control social para contener las contradicciones explosivas de un capitalismo global envuelto en una profunda dislocación estructural, ambiental y cultural. El impulso implacable del capital transnacional de acumular a escala mundial está precipitando un holocausto ecológico y la guerra sin fin. Más que nunca, América Latina está envuelta en esta incierta coyuntura global. En el capítulo 5 de la presente obra analicé la financiarización de la economía global, el crónico problema de la sobreacumulación y las tendencias hacia el estancamiento y la pauperización de las grandes mayorías. Estas tendencias se han profundizado desde 2007, pero es evidente que la crisis estructural (¿sistémica?) que experimentamos en América Latina así como en el sistema global va más allá de anteriores crisis estructurales. En particular, como he resaltado en mi obra más reciente en inglés (Global Capitalism and the Crisis of Humanity, publicado en 2014), la actual crisis se destaca por seis aspectos particulares al presente momento que la hacen distinta y más grave que las crisis anteriores: 1] El sistema llega rápidamente a los límites ecológicos de su reproducción; posiblemente llegamos a un punto sin retorno. Los científicos observan que por primera vez la actividad humana comienza a transformar los sistemas naturales a gran escala, de tal manera que el colapso de la sociedad humana es una verdadera posibilidad. De los nueve “parámetros o fronteras planetarios” cruciales para mantener un ambiente en el sistema de la tierra donde los humanos (y otras formas de vida) puedan existir, ahora hay cuatro que experimentan degradación ambiental irreversible, y en tres de ellos –el cambio climático, el ciclo de nitrógeno y la pérdida de la biodiversidad– ya hemos pasado estos parámetros. De hecho se habla de la “sexta extinción masiva”. Las primeras cinco extinciones masivas en la historia del planeta se debían a causas naturales mientras ésta –si llegara a darse– seria causada por la actividad humana. 2] El alcance y la magnitud de las desigualdades globales es sin precedente. En enero de 2015 la organización prodesarrollo Oxfam emitió un informe sobre la acelerada concentración de la riqueza global. De acuerdo con el informe, el uno por ciento más rico de la población mundial posee más riqueza que el resto del mundo. Este uno por ciento pasó, entre 2009 y 2015, de controlar el 44 por ciento de la riqueza mundial a controlar más del 50 por ciento. Es más, el colapso de 2008 aceleró la concentración mundial de riqueza. El informe de Oxfam reporta que las 80 personas más ricas del mundo experimentaron un incremento de 50 por ciento de su riqueza entre 2008 y 2014, mientras el 50 por ciento de la humanidad más pobre experimentó un descenso de 50 por ciento en los ingresos que le correspondieron, es decir, una enorme cantidad de riqueza pasó directamente de las manos de los “miserables de la tierra” a la cúpula de la clase capitalista transnacional a raíz de la crisis que causó esa misma clase con su actividad rapaz y predadora. 3] La magnitud de los medios de violencia, el alcance de éstos, y su concentración en manos de pequeños grupos poderosos no tiene precedente. La guerra se normaliza. Hemos llegado a la sociedad de la vigilancia panóptica y la época de control del pensamiento por agentes que dominan el flujo de información y la producción y circulación de símbolos, como confirman las revelaciones del exagente de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos, Edward Snowden. 4] Estamos llegando a los límites de la expansión extensiva e intensiva del sistema capitalista. El capitalismo es como una bicicleta, en el sentido de que si dejas de pedalear se cae la bicicleta; el sistema capitalista experimenta un colapso si deja de expandirse. En crisis anteriores el sistema experimentó una nueva ola expansiva para contrarrestar las contradicciones internas a ello, en particular el estancamiento y la falta de salidas para el excedente acumulado. Hoy día no hay nuevos territorios para conquistar, los espacios del capital alcanzan profundidades jamás vistas y cada aspecto de la vida social se mercantiliza. ¿Hacia dónde se podrá expandir el sistema ahora? 5] En el capítulo 5 de la presente obra, hablé de la expansión de las filas de los marginados y los “redundantes”, es decir, de la masa de las personas expulsadas de la participación productiva en la economía y la sociedad globales y condenadas a ser “humanidad superflua”, sujeta a sofisticados sistemas de control y represión –hasta genocidio– enfrentando un ciclo mortal de despojo-explotación-exclusión. El desafío sobresaliente que enfrenta la élite global es la problemática del control de la rebelión real o potencial de la masa de la humanidad desposeída y marginalizada. Como vemos en América Latina, así como alrededor del mundo, la humanidad “superflua” se concentra en las periferias urbanas de las megaciudades del mundo en condiciones de precariedad. Estas periferias –el mundo de las favelas– constituyen nuevos campos de batalla donde brotan nuevas resistencias así como nuevos sistemas de represión de masa. 6] Se manifestó de manera muy clara a raíz del colapso económico de 2008 el desfase entre una economía en vías de globalización y un sistema de autoridad política basado en el Estado-nación. Los aparatos del Estado transnacional siguen siendo incipientes y no pueden organizar ni estabilizar el sistema. Desde que publiqué la edición en inglés de la presente obra las élites globales claman cada vez más por mecanismos transnacionales de coordinación y regulación que pudieran refrenar las fuertes contradicciones y contrarrestar la anarquía del sistema. Desde la agravación de la crisis global la clase capitalista transnacional ha abordado tres mecanismos que se perfilan más claramente desde 2008 para echar adelante la acumulación global frente al estancamiento. Uno de éstos es la acumulación militarizada, es decir, el lanzamiento de guerras e intervenciones y la provocación de un conflicto tras otro a fin de echar a andar ciclos de destrucción y reconstrucción con el propósito de acumular capitales y hacer ganancias. Se trata de una permanente economía global de guerra –una economía criminal y mafiosa– donde la acumulación se vuelve en sí el objetivo independientemente de consideraciones geopolíticas, es decir, la militarización de las fronteras, la criminalización de las comunidades, la producción de los equipos bélicos, la construcción de los complejos de detención y vigilancia, los ejércitos de guardias privadas y seguridad personal, la gentrificación (aburguesamiento) militarizada de las zonas residenciales exclusivas, las farsas de las guerras “contra las drogas”, “contra el terrorismo”, “contra los maras”, “guerra contra inmigrantes”, todo esto y mucho más, se vuelve eje central de acumulación en la economía global frente a la crisis de la sobreacumulación analizada en el capítulo 5 de la presente obra, y con ello, se desarrolla una cultura de capitalismo global que es bélica, agresiva, y que glorifica la dominación, es decir, la cultura fascista. Un segundo mecanismo es el pillaje y el saqueo de las finanzas públicas. Desde 2008 se da una transferencia de riqueza sin precedentes del público a las arcas del capital transnacional. Se socializan las pérdidas en un momento en que las empresas transnacionales registran niveles récord de ganancias. El capital transnacional se destaca como predador mientras los ingresos futuros de las clases trabajadoras –tambaleadas por la incesante austeridad– están empeñados con el capital financiero transnacional. En 2014 el mercado global de bonos rebasó los ¡100 billones de dólares! Es decir, los estados juegan el papel de extraer cada vez más excedente de los pueblos para entregárselo al capital financiero transnacional. Grecia es el modelo de...