Lacasa | Expresiones del futuro | E-Book | sack.de
E-Book

E-Book, Spanisch, 364 Seiten

Lacasa Expresiones del futuro

Cómo se comunicarán las próximas generaciones

E-Book, Spanisch, 364 Seiten

ISBN: 978-84-7112-872-0
Verlag: Ediciones Morata
Format: EPUB
Kopierschutz: 6 - ePub Watermark



'Cuando escribí este libro tenía presente a todos los que pasamos el día utilizando el teléfono móvil. Quería aportar una mirada positiva, que invite a crear más que a prohibir.' El libro se acerca a los medios de comunicación digital y a sus lenguajes, que combinan la lengua escrita, los sonidos, las palabras e incluso los gestos. Nace del asombro y la sorpresa ante actividades de la gente, joven o mayor, que ocupa muchas horas enganchada a un móvil, una tableta o un reloj digital. Muestra el poder de estos instrumentos para buscar información, generarla y distribuirla. Estamos ante soportes digitales desde los que crear algo nuevo y compartirlo. Interesará a quienes quieren entender la potencia de la comunicación audiovisual para cambiar la sociedad, a las personas que enseñan y aprenden junto a la gente joven cómo utilizar el lenguaje acercándose a nuevas formas de alfabetización. Atraerá también a quienes investigan las prácticas individuales o colectivas asociadas a la tecnología. Sus páginas están escritas desde la experiencia personal, la investigación-acción y la etnografía. Combinan fundamentos teóricos, desde referencias académicas relevantes, con una visión personal que se ejemplifica desde casos concretos. Es una llamada que amplía la mirada hacia los medios digitales para que entren y salgan libremente de las aulas, para que faciliten actividades que, aunque son una realidad en el alumnado, son las grandes olvidadas. Estamos ante un enfoque crítico de la tecnología que debe inspirar cualquier entorno educativo.

Pilar Lacasa Catedrática de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Alcalá (Madrid). Sus estudios analizan cómo la gente joven utiliza los medios digitales, por ejemplo, los videojuegos o las redes sociales. Explora las condiciones que permiten una participación activa y responsable en la sociedad, mediada por los recursos que aporta internet. Se acerca a la vida cotidiana y a la educación ciudadana desde una mirada interdisciplinar. Ha sido investigadora visitante, entre otras universidades extranjeras, en el Comparative Media Studies (CMS) del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y en el Digital Ethnography Research Centre (DERC) - RMIT University (Melbourne, Australia).
Lacasa Expresiones del futuro jetzt bestellen!

Autoren/Hrsg.


Weitere Infos & Material


Crecí rodeada de montañas, las podía ver desde cualquier sitio, nada más salir a la calle, apenas había coches e iba andando al colegio. El teléfono estaba colgado de una pared en el pasillo de casa, era compartido, y debía esconderme tras una puerta de cristales trasparentes para que nadie me escuchara. Veía siempre a mi padre leer el periódico, que compraba todos los días, y además iba a un casino cercano para encontrarse con otros diarios. “Me voy a leer” decía, aunque nunca comentaba las noticias. Un mueble de madera, que nos había tocado en una tómbola, contenía una radio y un tocadiscos, en la parte inferior había bastantes discos de vinilo grandes y pequeños. Muchos eran artistas franceses que en esa época estaban de moda, también podíamos escuchar tangos y algo de música clásica, supongo que entre todos íbamos aumentando muy poco a poco la colección. No había televisión, ni recuerdo el primer día que la vi. Seguramente apareció en algún momento y se colocó frente a un sillón, no teníamos un sofá en mi casa. Eso sí, había muchos libros, de temas que no me interesaban en absoluto, eran de mi padre, que jugaba al ajedrez rodeado por ellos. Mis hermanas y yo leíamos bastantes cuentos con tapas de cartón y, sobre todo tebeos, cómics de aventuras. No me acuerdo tampoco cuando compré el primer libro, debía ser muy pequeña. Recuerdo también que los domingos iba al cine de un colegio cercano; antes de empezar y al terminar, la película se comentaba. Ese fue mi primer contacto con la gran pantalla, allí empecé a vivir la vida de otras personas, a través de sus historias que casi siempre acababan bien. Os he descrito un panorama de mi infancia, donde estaban presentes algunos objetos que me permitían mirar más allá de las montañas que me rodeaban. Eran objetos materiales, que se han ido trasformando, pero que todavía hoy existen: el teléfono, los periódicos, la radio, los libros, los cómics, el cine. A través de ellos, de una forma u otra y con más o menos profundidad, salía de la realidad cotidiana, me evadía, era mucho más libre. Nadie me enseñó a entender sus lenguajes, quizás aprendí a leer palabras escritas en el colegio, pero no lo recuerdo porque seguramente solo las descifraba en las hojas de una cartilla. De todos modos, creo que las relaciones con esos objetos han marcado mi vida. Siempre he seguido en contacto con ellos, hoy consciente y voluntariamente. Aunque son diferentes, sigo leyendo periódicos, en papel o desde Internet. Escucho la radio en el móvil mientras trabajo, una música que suele ser la misma, aunque me encuentre en sitios del mundo muy lejanos. Continúo yendo al cine siempre que puedo y, sobre todo, compro libros, muchísimos, pero ahora los leo en la tableta de un iPad o en una pantalla grande que está junto a mi Mac. Dejadme que os cuente una última experiencia, los primeros contactos con el ordenador. Nacen también mediados por objetos materiales que condicionan la entrada al mundo digital, son puertas, ventanas que permiten salir, aunque a veces no sabemos a dónde nos llevan. A finales de los años ochenta eran muy grandes, pero el mundo al que permitían entrar era mucho más pequeño que el actual. Hoy son casi diminutos, pero abren posibilidades todavía desconocidas. Tengo que reconocer que no me impresionó utilizar el ordenador, no recuerdo cuando fue. Quizás, porque cambié una máquina eléctrica de escribir por un aparato donde metía “disquetes”, un teclado y una pantalla. Sin embargo, fue impresionante el día que, por primera vez, pude imprimir tantas copias como quise de los textos que escribía, que apenas contenían imágenes. La impresora era enorme, salían de ella muchas hojas, con signos que no entendía porque no estaba bien configurada. Estaba situada en un pasillo de la facultad, junto al único ordenador que podíamos manejar todo el profesorado; de todos modos, casi siempre estaba libre cuando yo llegaba. Es curioso que sea la impresión, la reproducción o la difusión, y no tanto el contenido de la información, o el modo en que la generaba en el ordenador, lo que me impresionaba entonces y todavía sigo recordando. Tuvieron que llegar las primeras puertas hacia Internet para que realmente lo que ocurría con los objetos que permitían comunicarse fuera impresionante. Estaba en Estados Unidos, era el año noventa y pude comprar un Mac que sustituyó al viejo ordenador sin conexión. Aparecieron los cables que se conectaban a la línea telefónica, sin dejarnos hablar a la vez por el teléfono fijo. Comenzábamos a relacionarnos utilizando otros canales. Las relaciones personales, el acceso a los contenidos de la biblioteca, las primeras compras por Internet eran posibles a través de las pantallas y de los cables del teléfono. He mencionado mis primeras experiencias con los medios, no me atrevo a llamarlos viejos ni nuevos. Esas experiencias están mediadas por objetos materiales que permiten recibir y transformar la información. Se genera un bucle que no para, pero que está lleno de ideas, de pensamientos y creaciones de la gente. Os he contado los recuerdos con objetos cercanos que han hecho posible la comunicación y que se han ido trasformando a lo largo de los años. No es lo único que ha cambiado, también ha variado el contexto en que manejamos esos objetos. Además, desde que ha llegado Internet, se han modificado las relaciones entre las personas, el modo en que se conectan con otras cuando está presente la tecnología digital, por ejemplo, el ordenador, los teléfonos móviles e, incluso, los relojes digitales. He señalado que, de pequeña, me enseñaron a descifrar las letras, a leer, pero no a entender las imágenes, signos que priman en la información que se trasmite a través de las pantallas y que viajan codificadas a través de la red. Estoy convencida de que los objetos seguirán cambiando para permitirnos el acceso a otros escenarios, donde se hablará de mundos 3D o de realidad aumentada, de hecho, ya existen. Este libro quiere mostrar cómo he aprendido y enseñado a utilizar discursos que combinan la escritura con las imágenes y los sonidos, con los gestos, con múltiples signos que han dado lugar a representaciones del mundo que se interpretan desde las pantallas. Lo he aprendido junto a los estudiantes de comunicación audiovisual, los niños y niñas que asisten a nuestros talleres, la interacción con profesionales de los medios o la academia y, por supuesto, la presencia continua en Internet. Estoy convencida de que, aunque cambien los instrumentos físicos que median la comunicación humana, los discursos multimodales serán necesarios, como lo han sido siempre, aunque a veces las imágenes sean más importantes. Permitidme introducir brevemente el contenido de cada capítulo. Se pueden leer de forma independiente. Expresiones del futuro es el primero. Contiene muchas de las ideas que vendrán después. Es el punto de partida. Se sitúa en situaciones concretas, más allá de las ideas, para mostrar cómo se podrían poner en práctica experiencias que contribuyan al aprendizaje y, sobre todo, al uso inteligente de los medios de comunicación mediados por tecnología digital. Relaciono esas expresiones del futuro, el lenguaje de las nuevas generaciones y que considero multimodal, con tres actividades humanas: hablar, pensar y dialogar. Quiero mostrar cómo se puede poner en práctica para acercarnos a los medios de comunicación, para interpretarlo y participar activamente en ellos. El aula ha roto sus paredes porque allí ha entrado Internet. Móviles en un mundo global, el segundo capítulo, presenta la cultura y las prácticas, sobre todo juveniles. Los objetos digitales que permiten la interacción entre las personas y las relaciones con el entorno. Hoy, no sé en el futuro más próximo, los instrumentos son los teléfonos inteligentes, las tabletas, los relojes digitales o las gafas 3D. Quiero mostrar que, aunque los objetos digitales cambien sus formatos y aparezcan otros, su presencia ha transformado el contexto físico y social en que se mueve la gente. Lo interesante es explorar allí las actividades de las personas cuando los utilizan de la forma más eficaz, responsable y creativa posible. La Alfabetización digital exige un uso consciente de las posibilidades que abren los instrumentos digitales, mediadores de las situaciones comunicativas, la expresión y la creatividad humanas. Entendiendo el discurso como una forma de hablar, utilizando cualquier tipo de signos, en situaciones concretas. Cuando ese contexto es Internet aparecen formas y entornos específicos de comunicación, que exigen discursos donde la escritura se combina dinámicamente con otros tipos de signos. Reflexiono sobre estas situaciones, mirando hacia la red social Instagram, como un ejemplo pasajero y considerando que pronto aparecerán otros en los que algo permanecerá. Las imágenes son el núcleo de los dos capítulos. Vivimos rodeados por ellas, suele decirse. Se aprende a interpretarlas sin ningún tipo de guía y apoyo, individual o colectivo. Reinventar las imágenes, el capítulo cuarto, muestra cómo las imágenes digitales abren posibilidades expresivas y comunicativas, mezcladas con otros códigos. Hablamos entonces de discursos multimodales, que combinan signos formando sistemas, totalidad, en los que unos tienen sentido en relación con otros. La multimodalidad no es algo nuevo. Combinar modos o formas expresivas como el sonido, la palabra, la imagen o el gesto ha existido siempre, pero la tecnología digital...


Ihre Fragen, Wünsche oder Anmerkungen
Vorname*
Nachname*
Ihre E-Mail-Adresse*
Kundennr.
Ihre Nachricht*
Lediglich mit * gekennzeichnete Felder sind Pflichtfelder.
Wenn Sie die im Kontaktformular eingegebenen Daten durch Klick auf den nachfolgenden Button übersenden, erklären Sie sich damit einverstanden, dass wir Ihr Angaben für die Beantwortung Ihrer Anfrage verwenden. Selbstverständlich werden Ihre Daten vertraulich behandelt und nicht an Dritte weitergegeben. Sie können der Verwendung Ihrer Daten jederzeit widersprechen. Das Datenhandling bei Sack Fachmedien erklären wir Ihnen in unserer Datenschutzerklärung.