E-Book, Spanisch, 280 Seiten
Reihe: Biblioteca de Psicología
Un modelo integrador
E-Book, Spanisch, 280 Seiten
Reihe: Biblioteca de Psicología
ISBN: 978-84-254-4119-6
Verlag: Herder Editorial
Format: EPUB
Kopierschutz: 0 - No protection
Kerry Kelly Novick y Jack Novick son analistas y supervisores de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA). Formados con Anna Freud en Londres (Inglaterra), siguen activos en la docencia, la investigación y el trabajo en la comunidad. Ejercen de psicoanalistas de niños, adolescentes y adultos en escuelas de varios centros de formación. Tanto Kerry como Jack han publicado libros y escrito numerosos trabajos en revistas profesionales relevantes acerca de temas como los mecanismos de defensa, la finalización del tratamiento, el desarrollo, la verbalización, el sadomasoquismo, la alianza terapéutica y la omnipotencia.
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1. El trabajo parental: introducción e historia Un trabajo en construcción La descripción del trabajo parental que ofrecemos a continuación es un modelo en evolución. Proviene de muchos años de dificultades con algunos tratamientos que nunca comenzaron o que se interrumpieron o finalizaron de manera repentina o prematura. No nos formaron para trabajar del modo que describimos en este libro, pero, con el paso del tiempo, hemos visto que muchas de nuestras dificultades y de las de nuestros colegas y estudiantes provenían en parte de la carencia de un modelo claro con el que llevar a cabo el trabajo clínico con los padres1 de los pacientes infantiles o adolescentes. Los padres de niños o adolescentes buscan habitualmente una valoración en un momento de urgencia. Se sienten frustrados, culpables y enfadados. Han agotado otros remedios y acuden al terapeuta en busca de respuestas, soluciones y absolución. Hay una intensa presión para que se vea al niño y se arregle el problema. En consecuencia, el terapeuta se ve impelido a responder al malestar familiar acudiendo en su ayuda, a acceder al plan terapéutico de los padres e iniciar de inmediato la terapia con el hijo. Con demasiada frecuencia este abordaje acaba en un fracaso temprano y en un abandono del tratamiento. Nos parece que la principal prueba para cualquier concepto psicoanalítico y para las técnicas que del mismo se derivan radica en la situación clínica. ¿Es o no útil? Hemos descubierto que nuestro trabajo con niños y adolescentes, y el de nuestros colegas y estudiantes, es más efectivo cuando se incluye el trabajo parental en la estructura global del tratamiento. Tareas y problemas del trabajo clínico Las tareas prácticas del trabajo clínico con gente joven son lograr que el niño o el adolescente comience el tratamiento, haga el trabajo terapéutico y lo finalice en un tiempo adecuado. Hay numerosos factores en el paciente que afectan a este proceso. De igual manera, hay numerosos factores en los padres que ayudan o interfieren con el mismo. Otros aspectos relacionados con la situación o con la historia personal, como la adopción, el divorcio, las familias reconstruidas o estructuradas de modo diferente, la enfermedad, la muerte, la discapacidad, etc., ejercen un mayor o menor efecto en el desarrollo de la personalidad y en la salud del niño. Existen teorías y técnicas relativamente bien articula- das para trabajar con niños y adolescentes. Pero muchas terapias nunca llegan a iniciarse o bien se interrumpen o finalizan de manera repentina. Una de las principales razones es la ausencia de un modelo clínico bien definido para llevar a cabo el trabajo clínico con los padres junto con la terapia de su hijo. Hay poco consenso acerca de la extensión del trabajo, quién debería llevarlo a cabo, cuáles son sus objetivos y cómo organizarlo y estructurarlo. El trabajo parental tiene una larga y accidentada historia dentro del psicoanálisis. Se trata, en su mayor parte y por numerosas razones, de una historia oficiosa. El primer análisis de un niño (Freud, S., 1909) se efectuó a través del padre, y un estudio en detalle de los primeros casos de Anna Freud muestra hasta qué punto llevó a cabo el trabajo parental como parte de su tratamiento del niño Peter Heller, en los años veinte (Heller, 1990). Al escribir sobre análisis y terapia de niños, los analistas a menudo ignoran el trabajo parental o lo relegan a una función de menor rango como la recogida de información (Glenn, Sabot y Bernstein, 1978). Rosenbaum, en un estudio fundamental, analiza la práctica habitual en la evaluación de los niños. Observa la «ausencia de directrices técnicas precisas para el trabajo con los padres» (Rosenbaum, 1994: 467). Dicha conclusión se ve reafirmada en un importante estudio de Linda Hirshfeld acerca de la literatura y la práctica del trabajo parental en el análisis y la psicoterapia de niños, al establecer que «la cuestión del trabajo parental en el análisis y la terapia de niños ha sido objeto de controversia y, a pesar de tratarse de un animado tema de discusión, ha permanecido relativamente descuidado y ha pasado desapercibido en la literatura» (Hirshfeld, 2001: 7). Resistencias al trabajo parental Merece la pena considerar las posibles causas del relativo descuido del trabajo parental en la medida en que sus determinantes puedan seguir influyendo negativamente tanto en la teoría como en la técnica. Agruparemos los motivos bajo los apartados de sociohistóricos, teóricos, políticos y psicodinámicos. Sociohistóricos Los motivos sociohistóricos hacen referencia al rol de la mujer occidental en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX. Las mujeres tendían a ser idealizadas y, al mismo tiempo, desposeídas de cualquier poder manifiesto, incluido el de índole sexual. Esta actitud sociocultural ambivalente hacia las mujeres, en especial hacia las madres, impregnó inevitablemente los supuestos teóricos de los pioneros del psicoanálisis como puede verse claramente, por ejemplo, en las cartas adolescentes de Freud a Silberstein (Boehlich, 1990) y en su comprensión del caso del «pequeño Hans» (Freud, S., 1909). En dicho trabajo, Freud no tiene más que alabanzas hacia la madre del niño, a pesar de ser ella quien lo amenaza constantemente con la castración si continúa masturbándose. La madre no parece tener mucho impacto en el desarrollo del niño, excepto como un objeto de deseo y como un motivo de rivalidad con el padre. La amenaza del padre, combinada con los deseos evolutivos del niño, genera lo que Freud denominó «complejo de Edipo». Se trata de un acontecimiento relativamente tardío en la vida del niño, de modo que se niega el rol de la madre preedípica. Teóricos Con el fracaso de su hipótesis de la seducción, Freud (1897) hizo un giro decisivo desde la realidad externa —que incluiría la acción de los padres— hacia los anhelos y deseos intrapsíquicos, que serían los determinantes principales de las neurosis. Este cambio en el foco teórico parece ser una razón fundamental del relativo descuido del trabajo parental. El cambio hacia el mundo interno se reforzó con una teoría del desarrollo que enfatizaba la sucesión endógena de las fases psicosexuales, con independencia de las influencias ambientales. Así, con el apoyo de la teoría psicoanalítica, podía negarse una vez más el impacto pasado y presente de los padres. La lectura minuciosa de los escritos de Freud revela que este tenía como práctica habitual integrar los cambios teóricos más que rechazar formulaciones previas para reemplazarlas por ideas más nuevas. Muchos de sus seguidores, sin embargo, tendían a abrazar las nuevas teorías excluyendo las previas. Utilizaban los cambios introducidos en la teoría para justificar la omisión del rol de los padres en el tratamiento de los hijos. Políticos Mostrando la igualdad del trabajo con niños y adultos A pesar de que la observación de niños y el punto de vista evolutivo estaban en el corazón del psicoanálisis desde los inicios, el psicoanálisis como método de tratamiento infantil no comenzó hasta la década de los años veinte, con los trabajos de Anna Freud, Melanie Klein, Hermine von Hug-Hellmuth y los Bornstein (Freud, A., 1966). Estos pioneros se mostraban impacientes por demostrar que el análisis infantil seguía los mismos principios que los modelos más recientes de trabajo con adultos y, de este modo, reforzaron la negación del impacto tanto patogénico como constructivo de la familia. Esto fue particularmente cierto en el caso de Melanie Klein, cuya teoría y cuya técnica ignoraban los efectos del entorno y presentaban el análisis infantil como equivalente en todos los aspectos al trabajo con adultos. Los kleinianos moder- nos continúan con dicho estilo, tal y como describen, por ejemplo, Elmhirst (1988), Baruch (1997) y Pick y Segal (1978). Algunos de los primeros analistas de niños, sin embargo, eran conscientes de la complejidad de las cuestiones que envolvía el trabajo parental. Von Hug-Hellmuth señaló que la relación con los padres, sin importar cuán difícil fuera, es una parte inevitable del tratamiento del niño y «es una demanda legítima por parte de los padres que promueve el tratamiento» (Von Hug-Hellmuth, 1921: 304). La técnica de análisis infantil que Anna Freud estaba desarrollando difería marcadamente de la posición kleiniana, pero, en lo referente al trabajo parental, ambas tenían poco que añadir. Así, las dos líderes más influyentes del análisis infantil presentaron inicialmente modelos de trabajo exclusivamente uno-a-uno con los pacientes infantiles. Rosenbaum observó que: […] aparte de derivar a los padres para tratamiento, poco hay dicho o escrito acerca de la posibilidad de trabajar con los padres de forma continuada, en paralelo al tratamiento del niño, con el fin de identificar y aliviar el efecto de las dificultades que se encuentran habitualmente. De hecho, existen reticencias a la hora de discutir los detalles de las interacciones entre el analista y los padres, tal vez porque tales interacciones y la influencia ejercida a través de ellos tiende a degradar la idealización del proceso analítico del adulto (Rosenbaum, 1994: 468). El tratamiento individual de los padres como respuesta a las dificultades de crianza Dichas fuerzas discrepantes continuaron durante los años veinte y treinta del pasado siglo a medida que el psicoanálisis evolucionaba hacia la psicología del yo, que dominó el campo teórico durante un...