E-Book, Spanisch, 176 Seiten
E-Book, Spanisch, 176 Seiten
Reihe: Serie Inteligencia Emocional HBR
ISBN: 978-84-291-9830-0
Verlag: Reverte-Management
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)
Harvard Business Review es sin lugar a dudas la referencia más influyente en el sector editorial en temas de gestión y desarrollo de personas y de organizaciones. En sus publicaciones participan investigadores de reconocimiento y prestigio internacional, lo que hace que su catálogo incluya una gran cantidad de obras que se han convertido en best-sellers traducidos a múltiples idiomas.
Weitere Infos & Material
Los psicólogos han llevado a cabo numerosas investigaciones sobre los múltiples beneficios que aporta la curiosidad. Se sabe que potencia la inteligencia: en un estudio, niños y niñas de entre tres y once años con un alto nivel de curiosidad mejoraron en doce puntos sus calificaciones en las pruebas de inteligencia respecto a quienes sentían menos curiosidad. También incrementa la perseverancia y la determinación: se ha demostrado que el simple hecho de relatar un día en el que sintiéramos curiosidad aumenta la energía mental y física un veinte por ciento más que describir un momento de intensa felicidad. Y la curiosidad nos impulsa hacia un compromiso más profundo, un mejor rendimiento y unos objetivos más significativos: los estudiantes de psicología que sienten más curiosidad que el resto en su primera clase disfrutan más de las clases, obtienen mejores notas finales y, posteriormente, se matriculan en más cursos de la disciplina. No obstante, desde nuestro punto de vista, hay otra corriente de investigación sobre la curiosidad que es igual de relevante. Desde los años cincuenta, la psicología ha formulado teorías opuestas sobre lo que hace que una persona sea más curiosa que otra. En lugar de considerar la curiosidad como un rasgo único, ahora podemos desglosarla en cinco dimensiones. Así, en lugar de preguntar: «¿Cuál es tu nivel de curiosidad?», podemos preguntar: «¿Cómo es tu curiosidad?» (ver el Cuadro 1). Un poco de historia En la década de los cincuenta, Daniel Berlyne fue uno de los primeros psicólogos en proponer un modelo integral sobre la curiosidad. Argumentaba que todo el mundo busca un punto ideal entre dos estados muy incómodos: la subestimulación (tener que afrontar tareas, a personas o situaciones que carecen de suficiente novedad, complejidad, incertidumbre o conflicto) y la sobreestimulación. Para ello, utilizamos lo que Berlyne denominó «curiosidad diversiva» (por ejemplo, cuando una persona aburrida busca algo, lo que sea, para aumentar su nivel de excitación) o lo que bautizó como «curiosidad específica» (por ejemplo, cuando una persona hiperestimulada intenta comprender lo que está ocurriendo para reducir su nivel de excitación y hacerlo más manejable). A partir de las aportaciones de Berlyne, en 1994, George Loewenstein (de la Universidad Carnegie Mellon) formuló la teoría del «vacío de información»; esta postula que la gente se vuelve curiosa al darse cuenta de que carece del conocimiento deseado, lo cual genera una sensación desagradable de incertidumbre que impulsa a descubrir la información que falta. CUADRO 1 ¿Cómo es tu curiosidad? Usa esta escala para indicar hasta qué punto te identificas con las siguientes afirmaciones: 1. No me define en absoluto. 2. Apenas me define. 3. Me define un poco. 4. Neutro. 5. En general me define. 6. La mayoría de las veces me define. 7. Me define por completo. SENSIBILIDAD A LA CARENCIA Pensar en soluciones a problemas conceptuales difíciles puede hacer que no me duerma por la noche. Puedo pasarme horas con un único problema porque no soy capaz de descansar si no sé la respuesta. Me frustra no poder solucionar un problema, de modo que me esfuerzo aún más para resolverlo. Trabajo sin descanso en los problemas que creo que es
necesario resolver. Me frustra no disponer de toda la información que necesito. Total EXPLORACIÓN GOZOSA Veo las situaciones difíciles como una oportunidad para crecer y aprender. Siempre busco experiencias que cuestionen lo que pienso sobre mí o sobre el mundo. Busco situaciones en las que es probable que deba pensar en profundidad sobre algo. Disfruto aprendiendo sobre temas que desconozco. Me resulta fascinante descubrir información nueva. Total CURIOSIDAD SOCIAL Me gusta aprender sobre los hábitos ajenos. Me gusta descubrir por qué las personas se comportan de una determinada manera. Cuando otras personas están manteniendo una conversación, me gusta saber de qué se trata. Cuando estoy cerca de otras personas, me gusta escuchar sus conversaciones. Cuando hay una pelea, me gusta enterarme de qué pasa. Total TOLERANCIA AL ESTRÉS La más pequeña duda puede impedirme buscar nuevas experiencias. No puedo soportar el estrés que suponen las situaciones inciertas. Me resulta difícil explorar lugares nuevos cuando no tengo suficiente confianza en mis capacidades. Soy incapaz de funcionar bien cuando no sé con certeza si una nueva experiencia es segura. Me resulta difícil concentrarme si existe la posibilidad de que algo me pille por sorpresa. Total BÚSQUEDA DE LA EMOCIÓN La ansiedad por hacer algo nuevo me estimula y me hace sentir vivo/a. Asumir riesgos me resulta excitante. Cuando tengo tiempo libre, me gusta hacer cosas que me asusten un poco. Emprender una aventura sobre la marcha me resulta mucho más atractivo que si está planificada. Prefiero tener amistades que sean en cierto modo impredecibles. Total Instrucciones para la puntuación: calcula la puntuación media de cada dimensión (invierte la puntuación del apartado «Tolerancia al estrés»). Comparando tus resultados con los de una muestra nacional representativa de Estados Unidos puedes determinar si tu puntuación en cada dimensión es baja, media o alta. Consulta «Qué significa tu puntuación» para interpretarla. ¿Qué significa tu puntuación? Sensibilidad a la carencia Baja <3,7
Media
+/-4,9
Alta >6,0 Exploración gozosa
Baja <4,1
Media +/-5,2
Alta >6,3 Curiosidad social
Baja <3,0
Media +/-4,4
Alta >5,8 Tolerancia al estrés
Baja <3,1
Media +/-4,4
Alta >5,8 Búsqueda de la emoción
Baja <2,6
Media +/-3,9
Alta >5,2 Pero estas teorías, centradas en nuestro deseo inherente de reducir la tensión, no explican otras expresiones de la curiosidad como la de los turistas paseando por un museo, la de la gente emprendedora analizando el feedback de sus usuarios sobre una versión beta de su producto o la de las personas que se quedan absortas en un libro. Edward Deci, de la Universidad de Rochester, las estudió en los años setenta, y argumentó que la curiosidad también refleja la motivación intrínseca «para buscar novedad y desafíos, ampliar y ejercitar nuestras capacidades, y explorar y aprender». Es decir, nos sirve no solo para evitar la incomodidad, sino también para generar experiencias positivas. En otra serie de investigaciones, el psicólogo de la Universidad de Delaware Marvin Zuckerman se pasó cinco décadas (desde los años sesenta hasta los 2000) estudiando la búsqueda de sensaciones y la disposición a asumir riesgos para adquirir experiencias variadas,...