Carreras | Cómo educar en valores | E-Book | sack.de
E-Book

E-Book, Spanisch, Band 131, 312 Seiten

Reihe: Educación Hoy

Carreras Cómo educar en valores

Materiales, textos, recursos, técnicas

E-Book, Spanisch, Band 131, 312 Seiten

Reihe: Educación Hoy

ISBN: 978-84-277-3003-8
Verlag: Narcea Ediciones
Format: EPUB
Kopierschutz: Adobe DRM (»Systemvoraussetzungen)



Premio 'Educación y Sociedad'. MEC 1995. Los valores pueden enseñarse y aprenderse y ello requiere determinadas estrategias didácticas. Valores como: Responsabilidad, Sinceridad, Diálogo, Confianza, Autoestima, Creatividad, Paz, Amistad, Respeto, Justicia, Cooperación, Compartir... se abordan siguiendo todos el mismo esquema: definición, interacción con otros valores y contravalores, temporalización de actividades, propuestas prácticas y desarrollo detallado de distintas actividades que se pueden realizar con alumnos y alumnas de distintas edades, comprendidas entre los 6 y los 16 años. Este libro es a la vez, una guía para la reflexión interna en los claustros y para la elaboración de instrumentos didácticos.

Los autores/as -pedagogos y psicólogos- han logrado su objetivo: la operativización de la Educación en valores mediante una serie de estrategias que se presentan como referencias y guías de acción flexibles, abiertas, de éxito probado y manejables en todos los niveles de la enseñanza.
Carreras Cómo educar en valores jetzt bestellen!

Autoren/Hrsg.


Weitere Infos & Material


l. Pedagogía de los valores Concepto de valor La axiología o estimativa, es decir, la filosofía de los valores, trata de ellos en cuanto tales y de los llamados juicios de valor. La esencia de los valores es su valer, el ser valiosos. Ese valor no depende de apreciaciones subjetivas individuales; son valores objetivos, situados fuera del tiempo y del espacio. Los principales serían: paz, amor, justicia, generosidad, diálogo, honradez, etc. Los valores se perciben mediante una operación no intelectual llamada estimación. De estudios realizados sobre éstos, deducimos que todo valor tiene una polaridad, ya que puede ser positivo y negativo; es valor o contravalor. Cualquier valor está vinculado a la reacción del sujeto que lo estima; por ejemplo: ante el valor del «amor» uno puede reaccionar sublimándolo y otro encarnándolo. Hay unos más estimables que otros, les otorgamos una jerarquía. Según ésta, los valores pueden clasificarse en vitales, materiales, intelectuales, morales, estéticos y religiosos. Los valores pueden ser realizados, descubiertos e incorporados por el ser humano. Justamente en esta triple posibilidad reside su importancia pedagógica, por ello se puede hablar de la educación como realización de valores y de una pedagogía de los valores. El descubrimiento, la incorporación y la realización de valores positivos constituyen tres pilares básicos de la tarea educativa. El término «valor», está relacionado con la propia existencia de la persona, afecta a su conducta, configura y modela sus ideas y condiciona sus sentimientos. Se trata de algo cambiante, dinámico, que, en apariencia, hemos elegido libremente entre diversas alternativas. Depende, sin embargo, en buena medida, de lo interiorizado a lo largo del proceso de socialización y, por consiguiente, de ideas y actitudes que reproducimos a partir de las diversas instancias socializadoras. Conflicto de valores Cualquier sociedad a través de la historia, ha aceptado e interiorizado de forma distinta unos valores propios y alguno de otras culturas. Antes la escuela transmitía los valores que marcaba la religión y el Estado, que eran también los que imperaban en la sociedad, con lo cual generalmente no había problema de conflicto. Cuando estos valores no han sido libremente interiorizados por la mayoría, no han tenido sentido o han sido rechazados fuera del ámbito escolar, se han creado situaciones de disarmonía afectiva, escolar, laboral y familiar (baste recordar la inseguridad ciudadana, la desestructuración familiar, la violencia, la agresividad manifiesta, etc.). «La crisis más espectacular es la que afecta a las religiones y a los sistemas de valores vigentes durante los últimos siglos, los cuales hacían posible el consenso de las sociedades civiles y eran el fundamento de la convivencia» (Martí, 1993). Creemos que este consenso era artificial, estaba basado en la imposición y cimentado en una obediencia institucionalizada a nivel social, familiar y escolar. La crisis de los sistemas de valores y de las religiones puede que en el fondo no sea tan negativa; la humanidad ha sufrido y está sufriendo un profundo cambio, es una etapa nueva; por ello, debemos estar atentos a los valores que van emergiendo, dispuestos a modificar nuestra forma de actuar como elementos efectivos de esta dinámica. Es imprescindible volver a poner las cosas en su sitio, puesto que estos cambios han afectado directamente a las personas: falta de trabajo, intranquilidad, agresividad manifiesta, escasa solidaridad... El hombre se ha instalado en lo cómodo y superfluo, ve muy lejos la problemática ajena. Si queremos que el barco en el que vamos todos no se hunda debemos luchar por una cultura de la paz. Nos apoyamos en las afirmaciones de Federico Mayor Zaragoza y de Félix Martí. «Es necesaria una renovación conceptual, hace falta equilibrar lo económico con lo social. Las palabras clave en todas las religiones son: amor y compartir» (Mayor Zaragoza y Martí, 1993). «Debemos participar en la construcción de formas de vida que tengan más en cuenta al hombre; ser más solidarios, creer en la dignidad humana y favorecerla. tener en cuenta las relaciones entre el ser humano y su entorno y luchar para eliminar todo lo que en este momento signifique caos y violencia» (Martí, 1993). Educación en valores En lo que a la comunidad educativa se refiere, es necesario que todos los implicados en su construcción, participen de forma efectiva y coherente. Esta coherencia la necesitan los alumnos; es imprescindible que aceptemos unos determinados objetivos, aunque sean mínimos, sobre ideales educativos, refrendados por los valores que proponemos. Sólo de esta forma conseguiremos, además de enseñar, educar, es decir: guiar en la construcción de una personalidad humana y fuerte. «Es imposible educar sin principios educativos y sin valores. Es impensable la existencia de una escuela de educación si no tiene unos principios. si en esta escuela no se respetan unos valores que den sentido a la idea del hombre. del mundo, de la vida y del sentido de la historia...» (Rubíes, 1980). La LOGSE plantea la Educación en valores como un trabajo sistemático a través del cual, y mediante actuaciones y prácticas en nuestros centros, podamos desarrollar aquellos valores que vienen explicitados en nuestra Constitución, y que deben ser la base de la democracia. En este contexto y desde esta perspectiva pedagógica, concretamos la definición de valor, actitud y norma. Valor: Es un objetivo que nos proponemos en la educación y que parte de la idea que se tenga del hombre y que le ayuda a ser más persona. Es sencillamente la convicción razonada de que algo es bueno o malo para llegar a ser más humanos. Como consecuencia, entenderíamos como contravalor, todo aquello que dificultara al hombre llegar a ser más persona y le restara humanidad. Actitud: Es una disposición que debemos despertar en el niño para adquirir y asimilar un valor. Cuando la actitud llega a ser fácil de ejecutar tenemos un hábito. Norma: Es la explicitación a nivel colectivo de un valor. Insertar en los centros educativos una pedagogía de los valores es educar al alumnado para que se oriente hacia el valor real de las cosas. Por esta pedagogía, las personas implicadas creen que la vida tiene un sentido, reconocen y respetan la dignidad de todos los seres. Todos los valores que configuran la dignidad del ser humano, son el fundamento de un diálogo que hará posible la paz entre todos los pueblos. El «mundo de los valores» también es la guía del individuo en sus deseos de autorrealización y perfección. En este caso el objetivo de la educación es ayudar al educando a moverse libremente por un universo de valores para que aprenda a conocer, querer e inclinarse por todo aquello que sea noble, justo y valioso. Educar en los valores es educar moralmente, porque son los valores los que enseñan al individuo a comportarse como hombre, establecer una jerarquía entre las cosas, llegar a la convicción de que algo importa o no importa, vale o no vale, es un valor o un contravalor. Además, la educación moral tiene por objetivo lograr nuevas formas de entender la vida, de construir la propia historia personal y colectiva. La educación moral promueve el respeto a todos los valores y opciones. No defiende valores absolutos, pero tampoco es relativista; no toma una posición autoritaria (una solución única) ni una posición libertaria (haz lo que te apetezca). Por eso ante un conflicto de valores es necesario conjugar estos dos principios: La autonomía personal frente a la presión colectiva. La razón dialógica en oposición al individualismo que olvida los derechos de los demás. Los criterios para vivir en sociedad desde el punto de vista moral son: La crítica, como instrumento de análisis de la realidad que nos rodea y para cambiar todo lo que sea injusto. La alteridad, que nos permite salir de nosotros mismos para establecer unas relaciones óptimas con los demás. Conocer los derechos humanos y respetarlos. Implicación y compromiso. Es la parte activa, evita que los otros criterios queden reducidos a una simple declaración de buenas intenciones. El valor, como hemos apuntado, es la convicción razonada de que algo es bueno o malo. Organizamos esta convicción en nuestro psiquismo en forma de universo de preferencia (uno o varios valores predominan por encima de los otros). Es un trasfondo que se ha venido formando en nosotros desde los años de la infancia. Una vez interiorizados, los valores se convierten en guías y pautas de conducta en cuya ausencia la persona queda a merced de criterios y pautas ajenas. Los auténticos valores son asumidos libremente y nos permiten definir con claridad los objetivos de la vida dándole su pleno sentido. Nos ayudan a aceptarnos y a estimarnos tal y como somos, facilitando una relación madura y equilibrada con las personas y las cosas. La escuela, pues, debe interesarse y ocuparse de la educación moral que forma parte de la educación integral de la...


Ihre Fragen, Wünsche oder Anmerkungen
Vorname*
Nachname*
Ihre E-Mail-Adresse*
Kundennr.
Ihre Nachricht*
Lediglich mit * gekennzeichnete Felder sind Pflichtfelder.
Wenn Sie die im Kontaktformular eingegebenen Daten durch Klick auf den nachfolgenden Button übersenden, erklären Sie sich damit einverstanden, dass wir Ihr Angaben für die Beantwortung Ihrer Anfrage verwenden. Selbstverständlich werden Ihre Daten vertraulich behandelt und nicht an Dritte weitergegeben. Sie können der Verwendung Ihrer Daten jederzeit widersprechen. Das Datenhandling bei Sack Fachmedien erklären wir Ihnen in unserer Datenschutzerklärung.